El semanario Alba.

Vengo leyendo este semanario desde su aparición. Y ya ha inaugurado su tercer año. Es bueno, aunque ciertamente mejorable. No buenecito, como suelen ser los colegas, escasos por otra parte, de esa línea. En mi opinión demasiado correcto, demasiado "prudente", pero bueno.

Al regreso de vacaciones adquiero el número 96 y me llevo una agradable sorpresa. Como si su director y sus colaboradores hubieran abusado de la guindilla este verano. Les ha salido un número estupendo, claro, valiente, que llama al pan, pan y al vino, vino.

El penoso abad de Montserrat queda en su lugar. En su triste lugar. Del que alguien, en Roma, debería ir pensando en echarle. Porque Soler es una vergüenza eclesial. Ya la portada de la revista lo dice todo. En grandes titulares: "Ofensiva catalanista contra la Iglesia". Y en caracteres menores: "El abad de Montserrat, Josep M. Soler, sigue a Jordi Pujol y critica con dureza a la jerarquía". Un diez en periodismo. No se puede titular mejor. Con mordiente, con verdad y animando a la adquisición.

El editorial, "Los nacionalismos y los cristianos", es sensato y claro. Y aunque no menciona a Soler, éste lo debería leer. La Carta del Director, breve como siempre, lo dice ya casi todo en el título: "El abad de Montserrat en las redes de Prisa". Que persona tan medida como Miner califique de "sandez" una de las afirmaciones de Soler -a mí me parecen sandias la totalidad-, dice no poco. Como también el señalar la aprobación de un masón notorio a las tesis del abad.

Crítico también con Soler es un artículo de Ivan de Vargas: "Cataluña:la sana comunión eclesial". Y, como siempre, excelentes las cartas de los lectores. Leyendo las de todos los números da un poco la impresión de que la revista se queda algo corta en los deseos de los que la leen.

La página y media dedicada a Soler y sus declaraciones es espléndida. Y en ella quedan también tocados el obispo auxiliar de Barcelona, Carrera, ya casi
de corpore insepulto y los democristianos catalanistas.

También queda retratado el alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón. El Partido Popular debería pensar que a los católicos cada vez se les va a hacer más cuesta arriba votar a ese individuo. El título del artículo lo dice todo: "Un faraón en traje gris...cemento".

No voy a mencionar otros artículos. Unos por puramente políticos y otros, religiosos, por cuestiones de espacio. Varios de ellos también muy buenos.

Ojalá que la grata sorpresa que me ha producido este número se confirme en los siguientes. A un buen número de mis lectores se lo recomiendo. Los otros, mejor que se abstengan. Iban a pasar un mal rato.
Volver arriba