Hay razones y argumentos para todo. Cada vez me convenzo más de que todas las razones son  interesadas.

Hay clamores que tienen sus buenas razones. El problema aparece cuando esas razones no convencen a quienes tienen capacidad de respuesta. Los emigrantes, por ejemplo, piden pan y hospitalidad

Las  protestas que surgen del fondo del mal son una reacción de la vida. En las peores situaciones aparecen gritos que anhelan liberación.

En la Biblia, el simbolismo de la serpiente tiene connotaciones negativas, y también positivas

Hay palabras que resultan chocantes. A veces, no están dichas con mala intención. No pretenden ofender, en todo caso llamar la atención para así estimular la reflexión.