Adoro te devote

Sto. Tomás de Aquino tiene una riqueza de textos para la fiesta de Corpus Christi de una gran profundidad teológica que todavía hoy pueden alimentar nuestra vida espiritual. Y es que en esta gran fiesta de la cristiandad que antes era uno de los tres jueves que brillaban más que el sol, quisiera compartir uno de éstos himnos, es el que reza en latín: “Adoro te devote” (Adorad devotamente).

Sí, adoremos con gran devoción este gran misterio de la Eucaristía en el que "ni gusto, ni el tacto puede descubrir. Sólo la fe sincera es capaz de intuir.

En la cruz se esconde la divinidad, en el altar se escode incluso la humanidad. Pero ambas yo confieso en este sacramento, y como el buen ladrón, imploro piedad, Señor.

No veo las heridas que Tomás vio y tocó; pero como él también yo os confieso como mi Señor y Dios mío. Concédeme que siempre con fe sincera crea en vos Señor.

Vuestro Pan nos conforta y es memorial de una muerte que da vida. Todo aquel que coma vuestro Cuerpo sagrado, por la luz divina será transformado.

Vuestra grandeza hacedme contemplar".


La Eucaristía es nuestro viático, nuestro compañero de ruta en nuestro caminar por esta tierra hasta llegar a la Patria definitiva. Allí sí podremos descubrir toda la grandeza de este misterio que nos fortifica y sostiene en los momentos de dificultad, de debilidad, de duda.

Adoremos con gran devoción este gran misterio. Confiemos a Jesús sacramentado que ha querido quedarse con nosotros, todas nuestras inquietudes, nuestros anhelos, nuestros proyectos, nuestros fracasos. Él es el gran amigo que nunca nos defraudará. Hagamos en nuestro interior un sagrario para acogerlo siempre con gran devoción. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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