Confianza del discípulo

Nosotros somos como esta barca azotada por la tempestad y Jesús está en la barca durmiendo. ¿Cómo es posible que Jesús duerma con el ajetreo de las olas intempestuosas que irrumpen sobre nuestra barca? Ya no podemos hacer frente a esta tempestad, sólo nos queda gritar: Señor despierta, ¿no te importa que nos hundamos?

En los avatares de nuestra vida lo importante no es cruzar tempestades, que siempre las tendremos, sino vivir en la confianza de que Jesús va en nuestra barca y con Él no es posible naufragar. Jesús se hace el dormido para acrecentar nuestra confianza en Él. Vivir en la confianza de que Jesús está con nosotros nos dará serenidad y fortaleza en nuestras luchas.

¡Gracias Señor por estar siempre a nuestro lado! Texto: Hna. Maria Nuria Gaza.
Volver arriba