Eulalia, la bien hablada

Sepulcro de Santa Eulalia
El 12 de febrero se celebra en Barcelona la fiesta de Santa Eulalia, virgen y mártir. El nombre de Eulalia significa “la bien hablada”. Existe una cierta confusión entre esta santa y otra Eulalia de Mérida.

Hacia el año 289 nació cerca de Barcelona esta gloriosa virgen y mártir. Su historia nos la cuenta Renallo. Sus padres eran unos nobles cristianos que se preocuparon de inculcar a su hija las verdades de la fe y éstas penetraron en el corazón de esta prodigiosa niña.

Habiendo llegado a la pubertad, hacia los doce o trece años, llegó a los oídos de los barceloneses la noticia de que la persecución contra los cristianos volvía a arder de nuevo en todo el Imperio, de manera que quienquiera que se obstinara en negarse a sacrificar a los ídolos era atormentado con los más diversos y espantosos suplicios.

Los emperadores romanos Diocleciano y Maximiano, que habían oído contar la rápida propagación de la fe cristiana en las lejanas tierras de España, donde hasta entonces había sido tan rara aquella fe, mandaron al más cruel y feroz de sus jueces, llamado Daciano, para que acabara de una vez con aquella "superstición".

Al entrar en Barcelona hizo, con todo su séquito, públicos y solemnes sacrificios a los dioses, y dio orden de buscar cautelosamente todos los cristianos para obligarles a hacer otro tanto. Con inusitada rapidez divulgose entre los cristianos de Barcelona y su comarca la noticia de que la ciudad era perturbada por un juez impío.
Esta noticia llegó a oídos de Eulalia que deseaba ardientemente dar la vida por Cristo salió de su casa, sin que sus padres se dieran cuenta, y se dirigió a la ciudad para presentarse al juez romano y declararse cristiana.

Después de varios tormentos fue condenada a la muerte de cruz en forma de aspa. Cuanta la leyenda que para cubrir su desnudez, cayó sobre la ciudad una intensa nevada que cubrió su cuerpo. Al cabo de tres días fue bajada de la cruz y cuidadosamente embalsamada. Su cuerpo fue guardado durante largos años en la iglesia de Santa María de las Arenas (Santa María del Mar) y hacia el año 877 se trasladó a la iglesia catedral donde fue depositado su cuerpo.

Después, con motivo de las obras de restauración de la catedral de Barcelona se hizo fabricar un magnifico sepulcro que se conserva en la cripta de la misma. Pídamos a esta santa que conserve la fe en la ciudad de Barcelona.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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