Id a trabajar en la viña

Viña
El Señor como el padre que envía a sus hijos a trabajar en la viña (Mt 21, 28-32), nos invita, en este tiempo de cuaresma, a trabajar nuestra viña interior. No hagamos como el segundo hijo que dijo voy pero no fue.

La purificación interior nos cuesta, por ello hacemos como el primer hijo que dijo no quiero ir; pero al recapacitar vemos que necesitamos poner orden en nuestra vida espiritual y nos disponemos a trabajar. Hay que arrancar las malas hierbas que casi sin darnos cuenta han aparecido por doquier. Esto exige esfuerzo y tenacidad para que cuando llegue Pascua nuestra viña esté limpia y dispuesta para que de buenos frutos.

Hay que estar atentos, no cansarnos en el recorrido ya que no es un camino fácil, Jesús nos invita a caminar junto a él, él es paciente aunque nuestro paso sea lento. Lo que no podemos hacer es quedarnos estancados, no querer adelantar, no hacer ningún esfuerzo para cambiar.

Dios no nos pide imposibles, lo imposible le pertenece.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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