Noé, el hombre justo

Noé


Nos narra el Génesis en su capítulo seis y siguientes, que Noé era un hombre justo que obedecía a Dios, mientras que la maldad de los habitantes de la tierra era grande.
Sólo él vivía de acuerdo con la voluntad del Señor. Por esta razón Dios decidió acabar con todos. Pero por la honradez y bondad de Noé no quiso exterminar toda a creación.

Dios dijo a Noé que veía la tierra llena de violencia, por ello iba a destruir a los hombres junto con todo lo creado. Que él construyera un arca con tales dimensiones. Noé construyó el arca con las instrucciones que Yahvé le había dado y cuando estuvo construida entró él con toda su familia y una pareja de todos los animales que había en la tierra. Es de admirar como la bondad de un hombre salva la creación. En hebreo Noé quiere decir consolación. Y en realidad es un consolador de la creación, por él ésta se salva del exterminio.

El diluvio duró cuarenta días. Al subir el agua el arca flotó. El agua llegó a cubrir las más altas montañas así que murió toda la gente y todo ser que respiraba. Después de cuarenta días Noé abrió la ventana del arca y soltó un cuervo que volaba de un lado para otro esperando que la tierra se secara. Después del cuervo Noé soltó una paloma para saber si la tierra se había secado, la paloma regresó al arca porque no encontraba lugar donde posarse. Al cabo de siete días el patriarca soltó otra paloma y ésta regresó con una remita de olivo en el pico; Noé espero otros siete días más y soltó de nuevo una paloma y ésta ya no regresó. Noé comprendió que la tierra se había secado, esperó todavía unos días y salió él con toda su familia y los animales. El justo Noé construyó un altar en honor del Señor y ofreció animales en holocausto. El Señor dijo que no volvería a maldecir la tierra por culpa del hombre porque es débil e inclinado al mal. Noé tuvo mucha descendencia y ésta se esparció por toda la tierra.

Dios no condena nunca para siempre. Gracias a Jesucristo siempre hay esperanza; allí donde abundó el pecado sobreabundó la misericordia.
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