Recoged los trozos sobrantes

Canastas
En el capítulo 6 del evangelio de San Juan hay un aspecto que me ha llamado últimamente la atención: “Recoged los trozos sobrantes para que no se desperdicie nada” (v 12). El papa Francisco en su encíclica Laudato Si, comenta en el número 50 que: “Se desperdicia un tercio de los alimentos que se producen, y el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre”. Jesús tenía bien presente esta cuestión. “Los apóstoles los recogieron y llenaron doce canastas con los trozos que habían sobrado de los cinco panes de cebada” (v 13). ¡Doce canastas!, no es poca cosa. ¿Cuántas canastas podríamos llenar actualmente con lo que se desperdicia?

Pero además de este aspecto que podríamos llamar material, hay otro aspecto a tener bien presente. Ciertamente, antes de anunciar el Reino de Dios, hay que llenar el estómago del hambriento, todo y que dar de comer al hambriento es una de las obras misericordia que llamamos obras materiales. Hay también las obras de misericordia espirituales y ahí tenemos que pensar en dar a conocer que hay un Dios que es Padre que ama entrañablemente al hombre y que el amor a este Dios nos hace luchar para que haya justicia en el mundo, porque todo ser humano es hijo de Dios y por consiguiente todo hombre es nuestro hermano. Yo no puedo cerrar mis entrañas al hermano porque si lo hiciere dejaría de ser el hijo de Dios que el Padre quiere. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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