El Rosario es una
oración sencilla, nos invita al diálogo con María, así concebida deja de ser monótona porque se hace conversación con Nuestra Señora. El Rosario es oración contemplativa y cristocéntrica, inseparable de la meditación de la Sagrada Escritura.
El Papa
Juan Pablo II, cuyo amor por la Virgen María era bien conocido, no dejaba pasar ninguna ocasión para hablar de Ella y también del rezo del Rosario. Entre las muchas cosas que dejó escritas recogemos lo que sigue:
“El Rosario es un coloquio confidencial con María, una conversación llena de confianza y de abandono. Es confiarle nuestras penas, manifestarle nuestras esperanzas, abrirle nuestro corazón. Declararnos a su disposición para todo lo que Ella, en nombre de su Hijo, nos pida. Prometerle felicidad en toda circunstancia, incluso
la más dolorosa y difícil, seguros de su protección, seguros de que, si lo pedimos, Ella nos obtendrá siempre de su Hijo todas las gracias necesarias para nuestra salvación”.
Texto: Sor María Josefa Cases.