La multiplicación

Panes
El Evangelio de San Juan en el capítulo 6 (3-15) recoge el milagro llamado de la “multiplicación de los panes”. El darse cuenta de la necesidad que pasaba la gente que le seguía después de tantos días, lleva a Jesús a preguntar cómo se podría lograr alimentarlos a todos para no despedirlos sin haber recuperado sus fuerzas para el camino.

Es como preguntar cuánto dinero haría falta para poder alimentarlos a todos. Conocemos la respuesta de los apóstoles, que tienen su mirada y su confianza puesta en medios “habituales”, para ellos como para la mayoría de nosotros, el único medio es “comprar” cuanto hace falta y ven imposible comprar para todos, por el gasto que eso significaría y por la distancia desde donde se hallaban hasta cualquier lugar poblado.

El Evangelio nos sigue narrando cómo para empezar un solo muchacho supo poner a disposición de todos lo poco que tenía y sin saberlo ese poco se fue multiplicando hasta alimentarlos a todos y sobrar.

Hay quien es capaz de poner a disposición de todos aquello que tiene, poco o mucho y sembrar con ello un clima nuevo, un clima de bondad y de felicidad que todos agradecen. Pero también hay personas que parecen poseer sólo males: mal humor, enfados, envidias, y también las esparcen a su alrededor, y siembran un clima especial, pero un clima que es malo porque crea tristeza y malestar.

Que el Señor nos conceda siempre la gracia de procurar compartir con los demás cuanto de bueno Él nos da y que sepamos resistir al mal sin acumularlo ni esparcirlo, sino repitiendo el Padrenuestro y rogando a Dios que nos libre de la tentación que nos lleva por el camino del mal. Texto: Hna. Carmen Solé.
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