¿Dónde queda la humanidad?

Chen_Guangcheng
Sin libertad no puede haber humanidad. Me quedé aterrada al leer La Contra de La Vanguardia del miércoles 28 de enero de 2015.

En ella, narra un activista chino, nacido el una pequeña aldea rural, como el gobierno de este inmenso país castiga a las mujeres embarazadas sin permiso del partido. Yo creía que el gobierno no permitía un segundo hijo, pero no que éste es quien decide el momento en que una mujer tiene que quedar embarazada, y por supuesto con un hijo único.

Chen Guancheng, que es ciego desde la edad de un año, tuvo el coraje de denunciar semejante atropello a la libertad. Pues las mujeres que quedan embarazadas sin permiso, son obligadas a abortar y además derriban su casa y todos sus bienes son confiscados por el partido.

Nadie en el pueblo se atreve a prestar ayuda a las infelices mujeres porque hay gran presión gubernamental con quienes se solidarizan, y además también son penalizados.

José Alegre, abad de Poblet, dice en un blog de Cartas y Relatos: “La madre es un diálogo vivo con la vida, que humaniza el mundo, que da consuelo y esperanza al mundo”. En estas desdichadas mujeres todo queda en suspense. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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