Está atravesando "un tiempo de cambio profundo, doloroso y permanente" La Iglesia australiana reconoce que está pasando por "la peor crisis de su historia"

(Cameron Doody).- El juicio contra el cardenal George Pell por supuestos abusos a menores. La Real Comisión anti-pederastia, cuyo informe -previsto para diciembre- revelará el verdadero alcance de las negligencias y encubrimientos de los obispos. Son algunos de los factores que se han convergido en "la peor crisis" a la que se enfrenta la Iglesia australiana en toda su historia, según ha advertido el arzobispo de Brisbane y vicepresidente del episcopado nacional, Mark Coleridge.

Coleridga, quien fue llamado a consulta a Roma la pasada semana para abordar la situación de la Iglesia del país, concedió una entrevista al Tablet en la que se confesó que la Iglesia en Australia "ha sido sacudida hasta lo más profundo". El escándalo de las agresiones a menores "le he roto el corazón", añadió el prelado, evocando las estadísticas que manejan el tribunal especial del Gobierno australiano que evidencian que entre 1980 y 2015 el 7% del clero de entonces perpetró este tipo de crímenes contra niños.

Consecuencia de esta vergüenza nacional de los abusos a menores en la Iglesia, reconoció el arzobispo Coleridge, ha sido que "nuestra influencia social y política ha disminuido mucho, así como nuestra autoridad moral". Y eso "en un momento en el que Australia está debatiendo cuestiones de una gran importancia social" -como el reconocimiento legal de los matrimonios homosexuales- "y los obispos ahora tenemos mucho menos peso y se nos trata de forma más o menos benigna como una parte interesada que hay que controlar que como líderes a los que hay que escuchar".

Por todo esto, concluyó el arzobispo de Brisbane, "está claro que la Iglesia está atravesando un tiempo de cambio profundo, doloroso y permanente". Pero no todo está perdido, matizó, ya que "aún así hay en esto una gracia punzante, convocando a la Iglesia a una mayor autenticidad". Tanto la llamada de la Real Comisión de limpiar la Iglesia a fondo como el reto del Papa Francisco de ser Iglesia en salida, dijo Coleridge, les parece ser a los obispos australianos "uno de las alteraciones extrañas del Espíritu Santo".

La magistrada acuerda la comparecencia de cincuenta testigos de la acusación en el caso Pell

Mientras tanto, en el caso del cardenal Pell, se espera que comparezcan hasta cincuenta testigos cuando la audiencia preliminar contra el Prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede por supuestos abusos sexuales eche a andar el 5 de marzo próximo.

En el curso de una vista de veinte minutos que tuvo lugar la semana pasada en Melbourne, en la que se fijó la fecha en la que se decidirá si hay pruebas suficientes como para juzgar finalmente al purpurado, la magistrada acordó la comparecencia de un medio centenar de testigos de la acusación, cuyo informe, visto en la cita y según fuentes judiciales, era "voluminoso". 45 de esos testigos serán interrogados también por la defensa, que intentará demostrar, según el abogado del cardenal Pell, que las acusaciones contra el religioso "son imposibles".

Aunque la policía del estado australiano imputó a Pell este pasado mes de junio cargos que involucran a "demandantes múltiples", la naturaleza exacta de esos supuestos delitos aún no ha sido revelada. El cardenal y su equipo legal sigue insistiendo en su inocencia, hasta el punto en el que, en la vista de la semana pasada y aunque no fuera necesario, el abogado avanzó que en marzo Pell se declarará "no culpable".

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