AIN denuncia los ataques contra cristianos en India John Barwa, arzobispo de Orissa: “Sufrimos una terrible persecución, pero no hemos perdido la fe”
(Jesús Bastante).- "Hemos sufrido una terrible persecución. Hemos perdido familias, casas, todo... pero no hemos perdido la fe". Este mediodía, el arzobispo de la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar, en el estado indio de Orissa, John Barwa, ha denunciado la terrible violencia contra los cristianos desatada desde hace cuatro años en India por parte de "una minoría de extremistas hindúes". Barwa, invitado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, defendió la necesaria unidad entre los cristianos indios para frenar la barbarie, al tiempo que recalcó cómo "puedo decir con orgullo y alegría que los cristianos de mi diócesis están siendo luz para el mundo. El sufrimiento nos ha hecho más fuertes".
Barwa conoce en primera persona la violencia. Una sobrina suya, la monja Meena Barwa, fue torturada y violada públicamente. "Quisieron que la violara un sacerdote, que se negó", narró, emocionado. "Ella nos dijo que si no era capaz de perdonar como Jesucristo, no sería digna de llevar el hábito... pero ha quedado muy tocada psicológicamente", añadió. Pese a todo, "Dios es la respuesta a nuestra situación, y Dios es amor, y en el amor está el perdón", lo que no quita para que la Iglesia india exija a los mandatarios "que se haga justicia" contra los extremistas.
Una de las mayores dificultades está en la Ley Anticonversión, que en la práctica impide que "dalits" y tribales se conviertan al cristianismo, por las trabas legales y jurídicas que se ponen. "Algunos justifican los ataques con las excusas de las conversiones. Pero si hay gente que, viendo nuestro trabajo, quiere bautizarse, ¿cómo les decimos que no? La fe es un regalo de Dios". El obispo apuntó cómo los católicos en India apenas representan el 2,3% de la población, pero soportan el 20% de la actividad social y hospitalaria del subcontinente. "Pero si los cristianos estamos divididos, estamos acabados. La persecución nos ha ayudado a hacer esfuerzos por esta unidad, porque los fundamentalistas saben que una vez que estemos unidos, no podrán hacer nada contra nosotros".
Por su parte, Javier Menéndez Ros, director de AIN, reveló cómo en los últimos años la violencia anticristiana ha costado la vida de casi un centenar de personas, provocando miles de heridos y refugiados, que han visto cómo sus casas han sido destruidas. "Más de 400 capillas cristianas o lugares de culto han sido incendiadas o derribadas en Orissa desde 2008, y además de los muertos y heridos, unas diez mil personas siguen huidas en la selva o en los campos de refugiados. No quieren volver a sus casas por miedo a las represalias, cada día hay un acto de violencia contra ellos en Orissa", sentenció Menéndez Ros.
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