2ª Jornada del Coloquio internacional sobre 'El trabajo en una transición ecológica solidaria' Repensar el trabajo, respetando el planeta

Mural de Guayasamín en la sede parisina de la Unesco
Mural de Guayasamín en la sede parisina de la Unesco

Eloi Laurent: “Lo que más destruye hoy la biodiversidad y los ecosistemas no es tanto el cambio climático cuanto el trabajo agrícola”

El profesor de Stanford apuesta por pasar “del Estado-providencia al Estado social-ecológico”

Pierre-Michel Menger: “El trabajo está llamado a reinventarse, promoviendo la responsabilidad del que es capaz de colocarse en el lugar del otro”

El enorme, bello y desgarrador mural de Oswaldo Guayasamín, titulado 'Madre y niños', preside el gran hall de la sede parisina de la Unesco y, con su dramatismo esperanzador, enmarca el Coloquio internacional, organizado por los jesuitas del CERCAS y la OIT sobre los claroscuros del trabajo en la transición ecológica. En esta segunda jornada, centrado precisamente en cómo repensar el trabajo, respetando el planeta.

Los debates siguen, como recordó el padre Marcel Remon, la metodología del 'ver.juzgar y actuar', con tres fuentes fundamentales: la Doctrina social de la Iglesia, el corpus doctrinal de la OIT y las experiencias concretas aportadas por los participantes, procedentes de todas las partes del mundo.

Nuevas fronteras laborales

En las dos primeras conferencias de la mañana, intervinieron dos pesos pesados de la 'inteligentsia' francesa: Pierre-Michel Menger del Colegio de Francia y Eloi Laurent, miembro del Observatorio francés de las coyunturas económicas y profesor invitado de la universidad americana de Stanford.

El miembro del prestigioso Colegio de Francia disertó sobre “la economía social del trabajo y las nuevas fronteras laborales”, asegurando, en una densa conferencia, que “la transición ecológica traerá nuevas profesiones” y “un modelo a la vez solidario y evolutivo”.

Detalle del mural de Guayasamín

A su juicio, “el trabajo está llamado a reinventarse, promoviendo la responsabilidad del que es capaz de colocarse en el lugar del otro, para promover la reciprocidad de las perspectivas”.

Proteger la biodiversidad del trabajo industrial

Por su parte, en una conferencia muy aplaudida y que provocó muchas intervenciones, el profesor invitado de Stanford, Eloi Laurent, centró su exposición en la 'social-ecología', porque “lo que más destruye hoy la biodiversidad y los ecosistemas no es tanto el cambio climático cuanto el trabajo agrícola”. Por lo tanto, “hay que proteger la biodiversidad del trabajo industrial”.

A la pregunta de cómo construir el bienestar humano sin arruinar el planeta, Laurent respondió que, a su juicio, hay que “hacer una metamorfosis del Estado-providencia al Estado social-ecológico”. Es decir, “hay que proteger el trabajo y protegernos del trabajo”.

Coloquio internacional sobre el trabajo de París

Un Estado social-ecológico que huya de los poderes fuertes y autoritarios, que son los que, en la actualidad, más están destruyendo los ecosistemas. Y puso, tres ejemplos claros, a su juicio: China, Rusia y el Brasil de Bolsonaro.

En los debates de la mañana, se abordaron cuestiones tan candentes como las siguientes: “El trabajo como una forma de cuidado', 'cómo pensar el trabajo a gran escala', 'cómo colocar lo humano y el bien común en el centro del trabajo' o 'la influencia de los colectivo en el repensamiento de un trabajo respetuoso con el planeta'.

Activar la transición ecológica

Tras el almuerzo, la asamblea abordó, el tema de 'cómo activar la transición ecológica'. Con una conferencia a cargo de la miembro de la asociación jesuita CERAS, Louise Roblin, una de las máximas inspiradoras del Coloquio internacional que se está celebrando en París y una de la pensadoras que está repensando la noción del trabajo en la era de la ecología desde la doctrina social de la Iglesia.

A su juicio, “se produce hoy, a menudo, una alienación en el trabajo y del trabajo en aras de la lógica de la eficacia y del provecho inmediato”. Al mismo tiempo, a veces “se produce una relación inversa entre la utilidad de algunas profesiones y de su remuneración”. Es decir, “hay toda una serie de trabajos invisibles y que no son valorados ni pecuniaria ni socialmente”.

Los debates de la tarde abordaron, en diversas sesiones, cuestiones como 'la relocalización de la producción', 'la protección social y ecológica', 'la nueva responsabilidad de la empresa', 'la transición tecnológica en medio de la transición ecológica' o 'el papel de las religiones como factores de cambio”.

En este último debate, intervinieron el rabino Awraham Soetendorp, defensor de los derechos humanos, militante ecologista y uno de los fundadores de la iniciativa interconfesional mundial de lucha por el acceso de todos al agua; Martin Kopp, teólogo evangélico y presidente de la comisión de Ecología y justicia climática de la Federación protestante francesa, y Elena Lasida, doctora en ciencias sociales y profesora del Instituto católico de París y encargada de la comisión 'Ecología y sociedad' del episcopado francés.

Los tres ponentes, moderados por el uruguayo Guillermo Kerber, miembro de la Oficina de formación de la Iglesia católica en Ginebra, trataron de demostrar el importante papel de cambio que juegan las religiones.

Segunda jornada del coloquio de París

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