Marx confirma que consensuó con el Papa la declaración, y que éste quiere que continúe "No quiero decirle a los demás obispos qué tienen que hacer, pero la Iglesia en Alemania necesita un nuevo impulso"

Cardenal Marx, en la inauguración del Sínodo
Cardenal Marx, en la inauguración del Sínodo

El movimiento de Marx se intuye como un primer paso para lograr un cambio "a la chilena" en sectores de la Iglesia alemana resistentes al cambio y a la lucha contra la pederastia clerical

"Me reuní con el Papa el 21 de mayo y le conté mi intención. El Papa quiso que esperara, y después me envió un correo electrónico para que publicara la carta, y continuara a su servicio"

"Las víctimas esperan señales de que alguien se haga responsable también de toda la institución y del pasado"

El presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing, calificó a Marx de "un pionero para la Iglesia en Alemania y en todo el mundo", así como "uno de los pilares de apoyo" en la Conferencia Episcopal

"No quiero decirle a los demás obispos qué tienen que hacer, pero la Iglesia en Alemania necesita un nuevo impulso". Tras lanzar la bomba de su renuncia, el cardenal Marx hizo una breve declaración ante los medios alemanes, desde la sede de la diócesis de Münich. Una renuncia que, confirmó, fue consensuada con el Papa Francisco, con quien se reunió el pasado 21 de mayo, y quien le ha pedido que continúe en su cargo.

El movimiento del purpurado alemán, uno de los personajes más cercanos a Bergoglio, se interpreta como un primer paso para lograr un cambio 'a la chilena' en sectores de la Iglesia alemana resistentes a los cambios, y a una lucha efectiva contra la pederastia clerical. En el foco, la investigación contra el cardenal Woelki por la mala gestión y encubrimientos en Colonia y Hamburgo.

"Me reuní con el Papa el 21 de mayo y le conté mi intención. El Papa quiso que esperara, y después me envió un correo electrónico para que publicara la carta, y continuara a su servicio", confesó Marx ante los medios. 

"Las víctimas esperan señales"

¿Por qué ahora? Porque "las víctimas esperan señales de que alguien se haga responsable también de toda la institución y del pasado", respondió el purpurado, que quiere "asumir mi responsabilidad" aunque sea exculpado de toda actuación impropia.

El cardenal Marx

"Hay que discutir y renovar las cuestiones sistémicas, además de la responsabilidad personal", insistió Marx, quien añadió que su petición de renuncia fue una decisión "muy personal", que conocía muy poca gente, y que tuvo claro después de Semana Santa.

"No estoy desanimado, ni cansado de trabajar", aseguró, insistiendo en que cada obispo debe "actuar a su manera". Eso sí: "Quiero que todos vean que el Cristianismo y la fe en Alemania tienen futuro", y para ello "se necesita un nuevo impulso".

Por su parte, el presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing, calificó a Marx de "un pionero para la Iglesia en Alemania y en todo el mundo", así como "uno de los pilares de apoyo" en la Conferencia Episcopal. Con su movimiento, Marx quería "dar ejemplo y asumir personalmente la responsabilidad institucional que la iglesia tiene que asumir en relación con los casos de abuso sexual y su encubrimiento", señaló su sucesor, quien insistió en que "una revisión exclusivamente legal y cambios administrativos no son suficientes".

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