Padre Figaredo: "Es necesaria la mediación de la ONU"" Nuevos enfrentamientos militares elevan la tensión en la frontera entre Camboya y Tailandia

Según las fuerzas armadas tailandesas, las tropas camboyanas han abierto fuego cerca del templo de Ta Moan Thom, mientras que el Ministerio de Defensa camboyano asegura que han actuado en legítima defensa tras una incursión del ejército tailandés
Una escalada que ha incluido la retirada del embajador tailandés de Phnom Penh y la expulsión del embajador camboyano de Bangkok, tras un incidente con minas antipersonales que hirió a un soldado tailandés
(Agencia Fides).- «Nos hemos despertado con la pesadilla de una guerra. En la frontera entre Camboya y Tailandia han vuelto a producirse enfrentamientos militares, y la situación es muy tensa y preocupante, con el uso de potentes medios militares y aviones de combate», ha declarado a la Agencia Fides el jesuita P. Enrique Figaredo, Prefecto Apostólico de Battambang, provincia camboyana fronteriza con Tailandia.
Los enfrentamientos entre las fuerzas armadas de ambos países han comenzado en las primeras horas del 24 de julio a lo largo de la frontera en disputa. Según las fuerzas armadas tailandesas, las tropas camboyanas han abierto fuego cerca del templo de Ta Moan Thom, mientras que el Ministerio de Defensa camboyano asegura que han actuado en legítima defensa tras una incursión del ejército tailandés. El ejército tailandés ha lanzado ataques aéreos contra objetivos en Camboya, en medio de una escalada que ha incluido la retirada del embajador tailandés de Phnom Penh y la expulsión del embajador camboyano de Bangkok, tras un incidente con minas antipersonales que hirió a un soldado tailandés.
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
"Hay un gran temor por una guerra que parece realmente sin sentido"

«Nuestra parroquia de San Francisco de Asís se encuentra a menos de 100 kilómetros del frente. El párroco y las doce familias católicas de esa comunidad escuchan claramente disparos y explosiones. Hay un gran temor por una guerra que parece realmente sin sentido», comenta el P. Figaredo. «Basta pensar que la gente de ambos lados de la frontera habla el mismo idioma y que, debido a la permeabilidad de la frontera, muchas familias están emparentadas.
La población no comprende el motivo de este recrudecimiento, que creo que se debe principalmente a razones de nacionalismo e imperialismo», subraya.
Mientras tanto, una delegación de Cáritas Camboya se ha desplazado a la zona afectada para atender a las familias desplazadas, obligadas a abandonar sus aldeas cercanas al frente.
El prefecto apostólico recuerda que la disputa fronteriza se remonta a la época en que las potencias coloniales trazaron las fronteras en el sudeste asiático tras la guerra. «Se siguió y se marcó la frontera establecida por Francia cuando abandonó la zona, pero Tailandia sigue otro mapa, el estadounidense, y reclama varias zonas, algunas de gran valor histórico, cultural y religioso por sus templos budistas», explica el P. Figaredo.
«Creo que esta reanudación de las hostilidades se debe también a un juego político interno en Tailandia, donde se perciben fuertes impulsos nacionalistas. Tailandia eleva la voz porque cuenta con un potencial militar claramente superior al de Camboya, que ha recurrido a las Naciones Unidas y ha solicitado la intervención del Consejo de Seguridad. Pienso que la mediación de la ONU es hoy la única vía para una distensión», concluye el jesuita.
