Del pastor ciego que abrió los ojos...

Noche de Luz, noche de Ver: ver a Dios hecho Niño. Pero no bastan los ojos de la cara. Porque si no se ve más allá de las narices, no se llegará a descubrir al Altísimo en ese pequeño hebreo del pesebre. Hace unas semanas me desprendieron cataratas y me implantaron dos lentes. ¡Veo sin gafas! Veo mejor sin gafas que antes con cristales de cegatón. Y ahora, por vez primera, descubro la visión en relieve (antes, el ojo derecho se había retirado, volvíendose ojo vago). Gracias a la vida que me ha dado tanto: me dió dos luceros para contemplar y admirar el mundo, y una mirada íntima, desde el alma, para descubrir los escondidos misterios de la Realidad.

Pido al Señor esta otra mirada, la de la fe, la del místico que ve a Dios detrás de las cosas, detrás de las personas, ¡dentro de las personas! Me siento de nuevo cegato que no sabe ver cómo "por las venas de las cosas / sube una luz azul, cual de presencia, / que las enciende misteriosamente..." (J. B. Bertrán). Cuando una viuda mira a su hijo y adivina en su ser la viva presencia del amado ausente, sus ojos se encienden de brasa y ternura, su corazón se arrebata de sabiduría y trascendencia... Pido al Señor tener esa mirada de luz y ángel, y verle a Él en cada hijo de Dios...

Os invito a asomaros a Nido de Poesía, y leer uno de los maravillosos sonetos que Luis Rosales escribió para su Retablo sacro del Nacimiento del Señor. Un ciego acude al Portal. Rosales va describiendo los olores, los sonidos, el tacto que le van llegando de la escena... Hasta que se topa con el Niño... Pero será mejor que pulséis aquí, y contempléis en imagen, texto y música el milagro Del pastor ciego que abrio los ojos a nueva vida...

Y para cerrar este post, un aguinaldo delicioso. Me ha llegado via email, y he descubierto en algunas webs, el power point Corre caballito, villancico venezolano excelente en su simplicidad, que tanto me evoca el primitivista Nacimiento de Francisco de Asís y el más naif de todos, el de la Cueva de Belén... Podéis pulsar aquí y, si hay suerte y un poquito de paciencia porque pesa 3 Megas, podéis disfrutarlo, meditarlo, rezarlo... ¡Feliz noche de LUZ y VER...!
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