"En torno a los difuntos" (2). DESPEDIDA DE UN BEBÉ PREMATURO

El pasado miércoles informé de la interesante, necesaria, publicación de Jesús García Herrero"En torno a los difuntos. Despedida, tanatorio, entierro, funerales." (pulsar). En el post de hoy se presenta una de las cuarenta y tres Celebraciones que enriquecen el Manual, que el autor titula "Despedida de un bebé prematuro". Para el próximo jueves espero poder subir otra fascinante página que cerrará este improvisado tríptico: "Referencias a la experiencia cotidiana". Iniciemos ya la Celebración de hoy.
La abuela, integrada en la parroquia, plantea esta situación. Su hija alejada de la práctica religiosa y casada por lo civil, ha tenido gemelos prematuros. Después de quince días en la incubadora, uno de ellos ha muerto por complicaciones inesperadas; el otro sale adelante. Me plantea -refiere el autor-:
“Mi hija y toda la familia estamos destrozados. Hemos dejado al niño en la cámara frigorífica del hospital y lo enterraremos mañana. ¿Puedes hacer algo por nosotros?”
Concretamos para esa misma tarde una celebración de la Palabra en la parroquia. Acuden los padres de la criatura, familiares y muchos amigos jóvenes.

ACOGIDA
Hacemos un gran abrazo para sentir con un solo corazón al compás del vuestro en memoria de vuestro pequeño Héctor, con un paso tan leve entre vosotros, un vuelo tan rápido, que apenas ha dado tiempo a decirle "hola y adiós". De seno a seno, prematuro se adelantó para nacer y se ha adelantado para pasar al seno cálido de Dios, que le asegura una vida que no termina. Estamos sin palabras, pero vamos a tomar prestadas palabras y testimonios de nuestra tradición cristiana que nos aportan una luz.
TE VAS COMO UN SILENCIO
Héctor, te vas como un silencio,
como un silencio de amigo que se toca con manos muy suaves.
Te vas como una lágrima,
como una lágrima de agua clara que se desliza lentamente
por un pétalo de flor.
Te vas como una mariposa
una mariposa dorada que traspasa las estrellas
buscando la luz del sol.
¿Hacia dónde se va vuestro Héctor? Escuchad esta respuesta de un cuento africano de la tribu fang:
¿A DÓNDE VAN NUESTROS NIÑOS MUERTOS?
¿A dónde van, hijos míos, nuestros niños muertos?
Dios los sube a lo alto, y los coloca
con Él en la estrella de la tarde.
Desde allí nos miran, nos ven,
se alegran cuando festejamos su recuerdo.
Y lo que pone tan brillante a la estrella
son los ojos de todos esos muertos.
Os llegaron dos criaturas, dos ángeles apenas:
uno se os va, el otro se os queda para acompañaros.
Héctor, desde el otro lado, velará por todos.
Vosotros seguís pronunciando su nombre;
se os queda grabado su rostro en el alma, en el corazón.
Lo mismo le ocurre a Dios que le dice por boca del profeta...

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías: 41,1ss
YO NO TE OLVIDARÉ JAMÁS
Dice el Señor: Héctor no temas pues yo estoy contigo. No te inquietes pues yo soy tu Dios. ¿Acaso puede una madre olvidarse de su criatura y dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, Yo no te olvidaré jamás. Mira, fíjate, te llevo tatuado en las palmas de mis manos, así sabrás que yo soy tu Señor y no defraudo a los que esperan en mí.
SEGUNDA LECTURA
Lectura del Evangelio según san Juan: 16,20-22.26-28
LAS ANGUSTIAS Y ALEGRÍAS DEL PARTO
A Jesús le toca morir prematuramente a sus 33 años. Previene a sus discípulos y les ayuda a entender ese misterio con la imagen del parto que proporciona a la mujer, dolor por su desgarro íntimo y gozo por la nueva criatura que llega a su regazo.
A la mamá le ha tocado un doble parto prematuro y doloroso: la criatura que se resistió a abandonar el seno hacia la realidad humana, afronta un nuevo nacimiento hacia el misterio de Dios, apenas presentido y habitado por el Resucitado. Os queda una parte de Héctor en su hermano gemelo para cuidar, sacar adelante, y muchos abrazos que os rodean para sosteneros a vosotros.
ORACIÓN.Padre nuestro... Ave María...
PADRE AMOROSO
Padre amoroso, te necesitamos.
Hoy nos sentimos totalmente desvalidos.
Solo podemos entregarte este trance difícil.
No podemos entender el motivo
por el que has permitido esta prueba.
Te rogamos que permanezcas con nosotros,
en nosotros y alrededor nuestro. Amén.

DESPEDIDA
TE HAS SUMERGIDO EN UN INEFABLE SUEÑO
Y tú, Héctor, te has sumergido en un inefable sueño,
apareces resplandeciente, como si una luz interior
hubiese aflorado a tu rostro,
liberada de los límites del cuerpo y del espacio.
Quedaos con esta convicción esperanzada: Los niños de Dios serán luminosos, irán a la luz plena, a la alegría eterna, al perpetuo regocijo.

Al día siguiente la abuela se expresaba así:
"Gracias, nos ha hecho mucho bien; después de la celebración hemos podido hablar sobre este drama; antes estábamos bloqueados; los jóvenes amigos de mis hijos quedaron impactados; mis hijos pudieron dormir pacificados."

