"La reconstrucción está siendo muy lenta, por no decir prácticamente inexistente" Haití: hoy se cumplen seis meses del desastre
(Padre Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz).-El 12 de enero la tierra tembló en Haití destruyendo lo poco que tenían los habitantes del país más pobre de América: sus casas, sus medios de vida, sus muy modestas infraestructuras y sus débiles servicios sociales.Hoy se cumplen seis meses del desastre.
Tal vez sea el momento de hacer balance. Un balance triste. Son seis meses de sufrimiento para una nación que no acaba de ver la luz al final de un túnel demasiado largo, la reconstrucción está siendo muy lenta, por no decir prácticamente inexistente.
Los haitianos estaban acostumbrados a vivir con muy poco, pero la situación de extrema carencia, prolongada por la falta de decisión institucional, agravada por las lluvias, y amenazada seriamente por la inminente llegada de los ciclones tropicales, acaba con cualquiera.
He de decir que la dignidad de ese pueblo me maravilla, es realmente admirable su control, su confianza en Dios, a pesar de la desesperación y la frustración que sienten. No quiero pensar en los atropellos de todo tipo que en sus circunstancias, otros pueblos -incluido en nuestro- habrían sufrido. A pesar de que Puerto Príncipe no es un lugar seguro, como tampoco lo era antes del terremoto, los datos nos hablan de que los actos violentos apenas se han incrementado a pesar de la situación que se vive entre sus ruinas, ya parte del paisaje de ese trocito de África injertado en el Caribe; una isla que un día se llamó La Española.
Desde estas páginas, en nombre de ese millón de personas que sigue viviendo bajo plásticos y palos, quiero decirles, pedirles, rogarles a todos -y a Dios-, que no se olviden de Haití, que a pesar de todo, y de algunos, Haití no ha muerto.
No ha muerto para Mensajeros de la Paz, para en Infancia sin Fronteras o para otras muchas ONG que seguimos trabajando por ellos y con ellos, como lo hemos estado haciendo estos últimos seis meses, gracias a la solidaridad de empresas, instituciones y donantes personales.
Pero también Haití es recordado por otros muchos; sin ir más lejos, la Selección Nacional de Fútbol, los grandes protagonistas de hoy, y con todos los méritos, han tenido presentes a los haitianos durante todo el Mundial, luciendo en sus muñecas una pulsera cuyos beneficios se destinan a nuestro trabajo de ayuda a Haití. Es por ello, además de todos sus valores deportivos y calidad futbolística, por lo que desde Mensajeros de la Paz hemos propuesto su candidatura para el premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2010. Su triunfo, que todos hemos hecho nuestro, es en cierto modo también, un triunfo para Haití, y para la solidaridad.
Para Haití toda ayuda sigue siendo poca, por eso la que se da, es imprescindible.
Padre Angel García
Presidente
Asociación Mensajeros de la Paz
Premio Príncipe de Asturias de la Concordia