(Alfonso Saborido).- En muchos sitios de España, muchos concejales, concejalas, alcaldes y alcaldesas han garantizado el respeto a la Constitución Española y a las leyes vigentes poniendo a Dios por testigo. Nunca me ha gustado jurar. De hecho, me enseñaron a no hacerlo. Primero, por respeto a Dios, al Dios en que uno cree. Porque ya sabemos que hay muchos Dioses distintos para que según qué creencia. Y no me refiero al Dios de los judíos o al Dios de los musulmanes. Me refiero al Dios de los cristianos. Está clarlo que el Dios en que creía Escrivá de Balaguer no era el Dios en que creía cualquier mártir de la Teología de la Liberación.
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