LEOPOLDO CERVANTES-ORTIZ
Biéler traza un perfil de Calvino en estrecha relación con la historia que le antecede y lo define como “un humanista católico y conservador que encabezará un movimiento popular ‘subversivo’ después de su conversión”. Con esta premisa, la revisión de su vida y obra está en función del advenimiento del calvinismo, entendido como un poder duradero que buscó la transformación política y social. A diferencia de Lutero, quien provenía de una familia de mineros, Calvino tuvo un origen aristocrático y, por lo tanto, compartía la cultura y prejuicios de esa clase social. Las amistades de su familia influyó decisivamente en su formación académica, pues gracias a ellas pudo acceder a colegios refinados en donde podría desarrollar su precoz inteligencia.
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