Blázquez diserta en la Facultad de Teología de Burgos sobre el Sínodo

D. Ricardo ha disertado acerca del Sínodo de Obispos, celebrado el pasado mes de octubre sobre “La Palabra de Dios” en la vida y la misión de la Iglesia”. El Sr. Decano, D. Santiago del Cura Elena, ha hecho la presentación del ponente, agradeciendo y subrayando la vinculación y el gran aprecio que tiene D. Ricardo a nuestra Facultad. Como lo denota su participación en los simposios sobre el sacerdocio y sobre la misión, organizados por la Facultad, y que marcan la labor investigadora de nuestra Facultad.
El tema de la conferencia: “Escuchar la Palabra de Dios: reflexiones teológicas de un obispo sinodal”. Comenzó subrayando la riqueza del encuentro sinodal, que se vislumbra ya en las cuatro grandes partes del documento, el cual verá la luz a lo largo de este año: la voz de la Palabra: la revelación; el rostro de la Palabra: Jesucristo; la casa de la Palabra: la Iglesia; y, por último, los caminos de la Palabra: la misión.
También hacía mención del marco en el que se insertaba dicho encuentro: la celebración del año paulino, y del cincuenta aniversario de la muerte de Pio XII y de la elección de Juan XXIII. Mostraba cómo el tema del Sínodo sobre “la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia” está en relación con el de “la Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”, abordado en el precedente Sínodo.
Esto se muestra no sólo a nivel de epígrafe sino fundamentalmente desde el punto de vista teológico: por la convergencia existente entre la Palabra y la Eucaristía. Se trata de la “doble mesa”, la de la Palabra y la de la Eucaristía, tanto en una como en otra, se nos da el Señor. Esta lectura convergente de las dos mesas la encontramos en la Constitución Dei Verbum nº. 21, y que tan evocada por los Santos Padres.
Seguidamente, D. Ricardo se detenía para transmitirnos su gozosa experiencia sinodal, marcada por la comunión, no solo entre las diferentes conferencias episcopales del orbe y las diversas confesiones cristianas, sino también con otros credos religiosos. Así, destacaba la intervención del rabino de Haifa, que manifestaba su gratitud por la invitación a participar en el Sínodo, por lo que ello implica de reconocimiento al que es el pueblo de la Alianza; a la vez que hacía partícipe a los miembros sinodales de la transmisión y veneración de la Palabra de Dios en la familia, como dos realidades tan queridas en la religión judía.
A continuación, el obispo de Bilbao enfatizaba el carácter eminentemente pastoral del Sínodo por su objetivo de que la Palabra de Dios sea leída, escuchada, compartida, encarnada, transmitida y anunciada. A la vez que destacaba algunos puntos más relevantes del Sínodo, respondiendo al tema de la conferencia: “reflexiones teológicas de un obispo sinodal”.
El primero ha versado sobre el significado analógico de la expresión Palabra de Dios, cuyo máximo exponente es Cristo, todo en Él (persona, mensaje, muerte, resurrección…) es Palabra de Dios reveladora, creadora y salvadora. Él es la clave de la Escritura. D. Ricardo mostraba este ser “clave” mediante las dos realidades tan próximas y centrales en la Vigilia Pascual: el cirio y la Palabra; el cirio, que representa a Cristo resucitado, es la luz que ilumina la Palabra de Dios presente en los distintos momentos de la historia de la salvación.
Un segundo punto, desarrollado también ampliamente, ha tenido como centro el estudio de la Escritura. Indicaba cómo éste ha de implicar necesariamente dos momentos inseparables: el momento histórico-crítico y el teológico o de fe, aludiendo a la Dei Verbum 12. La lectura teológica de la Biblia comporta el tener presente el carácter unitario de la Escritura, subrayado por la lectura canónica, y su lectura en la tradición viva de la Iglesia. Hacía una breve referencia a la lectura fundamentalista y antieclesial –con frecuencia- de las sectas. Las cuales son un desafío acerca de nuestro modo de hablar de Dios: ha de ser menos teórico y más existencial o encarnado.
En un tercer apartado, comentaba la proposición 22 del Sínodo sobre la Palabra de Dios y la lectura orante de la Escritura. Tras esbozar las distintas lecturas orantes, se detenía en la Lectio Divina como su mayor y mejor exponente, desglosando su naturaleza y etapas. Para mostrar a María como modelo de lectura orante de la Escritura en los cuatro verbos que marcan su itinerario espiritual: “fiat”, “magnificat”, “conservabat”, “stabat”.
Y, por último, abordaba otro tema tratado por la asamblea sinodal: la homilía. Tras describir su naturaleza a la luz de la escena lucana del encuentro de Jesús con los peregrinos, mostraba cómo la preparación de la homilía, bajo un marco oracional, debería responder a tres preguntas: ¿qué dicen las lecturas bíblicas?, ¿qué me dicen?, ¿qué creo yo que debo decir a la comunidad?
El acto académico concluía con la intervención del Gran Canciller D. Francisco Gil Hellín, en la que daba las gracias a D. Ricardo por la cordialidad y profundidad de sus palabras.