"Francisco es intemporal. Como la pobreza, como la alegría, como el amor a todos los hermanos"

Como manantial inagotable de vivencias, alegría, esperanza, emoción y espiritualidad. Así es la figura y la historia de Francisco de Asís. El santo al que todos quieren, porque no tenía nada. Su riqueza era la pasión por el amor de Dios.

Acercarse a la vida del santo de Asís no deja indiferente a ninguno. Es una personalidad fascinante, única en la singularidad de saber unir lo esencial con lo más humilde e inmediato: la naturaleza, la música, la ternura de las cosas... Todo habla de Dios para quien lleva a Dios consigo, como Francisco.

El libro de G. K. Chesterton sobre San Francisco de Asís es uno de los clásicos entre las biografías franciscanas. El autor no habla de un personaje lejano, sino metido en su misma vida, aunque refiera una maravillosa historia realizada por Dios en Francisco de Asís hace ochocientos años.

Estimo un acierto la nueva edición de esta obra sobre San Francisco de Asís. La investigación histórica, teológica y la espiritualidad franciscana han continuado sus investigaciones y abundado en la exploración de actitudes. Pero Francisco se resiste al paso del tiempo. Es intemporal. Como la pobreza, como la alegría, como el amor a los hermanos, a todos los hermanos.

Benedicto XVI ha dicho que la creación y la historia nos esperan como hijos de Dios que actúan en consecuencia. Francisco de Asís ayuda a encontrarse con el Espíritu de Dios, que es luz, amor y vigor. (Vísperas Pentecostés 3-6-06). La santa pobreza había vaciado de tal manera la vida de Francisco de Asís, que solamente podría rellenarse con el Espíritu de Dios.

Carlos, Cardenal Amigo Vallejo
Arzobispo de Sevilla

(Del Prólogo de "San Francisco", de G. K. Chesterton -Homolegens-)
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