Pisar la iglesia por conveniencia

"Estamos constatando la tendencia de muchas parejas que saben que no tienen posibilidades de conseguir el matrimonio y deciden irse directamente a la Iglesia. Por eso, ya se ha avisado al vicario judicial de la situación existente, para que estén todavía más alerta", apuntaron fuentes del Tribunal Superior, quienes explicaron que una vez casados religiosamente pueden acudir al registro civil "sin que, entonces, te sometan a un examen completo".
La reducción de demandas en el Tribunal Superior de los conocidos como matrimonios mixtos (en los que uno de los cónyuges es extranjero) es notable. Así lo evidencian los sólo tres casos que durante todo el año pasado se anularon al detectar fraude.
De hecho, las cifras han disminuido considerablemente en los dos últimos años pasando de los 44 casos registrados en 2006 a los tres de 2008. "En 2004 hubo 25 matrimonios denegados, en 2005, la cifra cayó a los 20. En 2007 fue cuando más casos se detectaron con 44, y a partir de ahí ha ido bajando con 7 y 3", resumieron las mismas fuentes.
Las exhaustivas comprobaciones para cerciorarse de que no se está ante una falsa unión también han hecho desistir a muchas parejas. "En algunos casos, deciden dejar de intentarlo cuando se encuentran en pleno trámite", comentaron desde el TSJ.
Entre las principales pruebas destaca una entrevista por separado a cada uno de los miembros de la pareja. Las cuestiones se refieren a datos personales y familiares "básicos" del otro contrayente.
El año pasado, el Arzobispado de Valencia también puso en marcha un sistema pionero en España de "máximos controles" en el proceso de elaboración de los expedientes matrimoniales para evitar la celebración de matrimonios fraudulentos.
Hasta entonces toda la tramitación se realizaba en las parroquias. Pero desde 2008, el expediente se gestiona íntegramente en la Notaría de Matrimonios del Arzobispado. Allí, el promotor de Justicia es quien examina toda la documentación.
La detección y posterior aviso del TSJ al Arzobispado de las parejas mixtas que acuden a la Iglesia para contraer matrimonio es una muestra de colaboración más entre la justicia ordinaria y eclesial, como ya resaltó la semana pasada el presidente de Tribunal Superior, Juan Luis de la Rúa, durante su discurso en la apertura del nuevo Año Judicial del Tribunal Eclesiástico.
Precisamente, en dicho acto De la Rúa se refirió a la interrelación "entre ambas jurisdicciones para adoptar medidas ante situaciones graves, como los casos de matrimonios fraudulentos".
Lo cierto es que el aumento de la llegada de inmigrantes a la Comunitat en los últimos años ha llevado a la consolidación de este tipo de enlaces. Normalmente, el cónyuge español recibe una cantidad de dinero por casarse con el extranjero. La ventaja para este es que adquiere la nacionalidad española y el permiso de residencia.
A lo largo de 2008, la policía detuvo a media docena de bandas organizadas en la Comunitat dedicadas a organizar estos matrimonios.