El cura Patiño, descalificado por denunciar la marginación de la mujer en la Iglesia

Patiño cree, como otros muchos en la Iglesia y se atrevió a decirlo, que la institución sigue considerando a las mujeres «de segunda fila». Y cree, además, que no hay razones que justifiquen tal actitud. Y las que hay son antievangélicas y hasta anticonstitucionales. Y a los que dicen que la situación de la mujer en la Iglesia se basa en citas bílicas les contesta que esa línea argumental, tomada al pie de la letra, podría servir para tolerar o imponer la amputación de algún miembro. Se refiere en concreto al capítulo 21 del Evangelio de San Mateo, que dice: (...) Y si tu mano derecha te escandaliza, córtala y arrójala de ti (...)-.
Patiño subrayó que su intención es trabajar para que la Iglesia reconozca «esa igualdad que ahora no se concede» y evite un lenguaje «excluyente». Propone, por ejemplo, que se hable de personas o de seres humanos en lugar de hombres. Y, como gesto reivindicativo, propone que las mujeres desaparezcan de las iglesias dos o tres meses, porque así, durante su ausencia, quedaría «patente» el gran valor de su aportación a la institución eclesial.
Pues por decir eso en los medios, al día siguiente se topó con este comunicado del obispado de Mondoñedo-Ferrol:
Ante las manifestaciones contrarias al Magisterio de la Iglesia publicadas en diversos medios de comunicación por parte del Rvdo. D. Luis Ángel Rodríguez Patiño, este Obispado:
1º Lamenta profundamente que se hayan producido por el contenido de las mismas y por el escándalo que han podido provocar en los fieles.
2º Exige a dicho sacerdote manifieste públicamente su adhesión al Magisterio de la Iglesia, absolutamente necesaria para poder ejercer el ministerio sacerdotal.
Al comienzo del Adviento, todos somos invitados a la conversión para acoger al Señor que viene a nosotros lleno de misericordia.
La tesis del cura Patiño y la respuesta del obispado hablan por sí solas. ¿O no?
José Manuel Vidal