¡Vaya con Dios!

El Papa nombra al polémico Reig Pla obispo de Cartagena el mismo día que dos gays se casan en Castellón y cuando en el Teatro Principal estrenan El ocaso de los brujos. En esta doble casualidad está resumida toda su tarea en esta diócesis. Mucho ruido para defender el integrismo, mientras la realidad social se impone por encima de visiones apocalípticas. En fin: ¡Vaya con Dios!

Y es que Reig Pla ha utilizado el púlpito de esta diócesis para evidenciar la peor cara de un sector de la Iglesia española. Por eso desde este periódico hemos mantenido con el señor Reig Pla duras polémicas. Como él tiene derecho a valorar y opinar sobre lo que ocurre en la sociedad, nosotros tenemos el mismo derecho y compromiso a opinar sobre su actividad pública.

Para nosotros el papel de las iglesias no es tensionar la sociedad ni despreciar a los que no están en su credo. Todo lo contrario. Sus líderes religiosos deben dar ejemplo de contención, comprensión y verdad en el ejercicio de su tarea pública. Humildad y no soberbia.

Y Reig Pla ha sido lo contrario, incluso al final de su reinado. Ayer, en su despedida, valoró altamente su nombramiento porque la diócesis de Cartagena es más importante que la de Castellón. (Editorial del Periódico de Castellón).
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