De la revista L’Agulla de cristianos progresistas La hora de los curas casados

Grupo de sacerdotes
Grupo de sacerdotes

"La redacción de L'Agulla decidimos, hace unas semanas, enviar una carta a todos los obispos catalanes y también españoles a propósito del tema que nos parece más fácil de poder conseguir: la ordenación de hombres casados"

"Al parecer, entraba en los planes del papa Francisco abrir esta puerta para las comunidades de la Amazonia, pero al final las presiones conservadoras lo frenaron. Este paso habrá que darlo, no solo en la Amazonia sino en toda la Iglesia"

"Hay que romper las inercias, si queremos hacer crecer a una Iglesia que no se vaya languideciendo en el mundo tan cambiante como el que estamos viviendo"

“Decíamos en el último editorial de esta revista, hablando del nuevo papa León XIV, que hay un grupo de cuestiones pendientes en la Iglesia, especialmente en lo que se refiere a la estructura ministerial (ordenación de hombres casados como curas, ordenación de las mujeres…), y en cuanto a las cuestiones relacionadas con el sexo (anticonceptivos, relaciones homosexuales…), que probablemente a este papa le costarán más afrontar que las de tema social, y que nos tocará al conjunto de los cristianos y cristianas seguir empujando. Porque, en efecto, en estos campos también nos jugamos mucho.

Pues, para cumplir también nosotros esta labor cristiana de ir empujando, la redacción de L'Agulla decidimos, hace unas semanas, enviar una carta a todos los obispos catalanes y también españoles a propósito del tema que nos parece más fácil de poder conseguir: la ordenación de hombres casados.

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Al parecer, entraba en los planes del papa Francisco abrir esta puerta para las comunidades de la Amazonia como consecuencia del sínodo en el que se trató su situación y sus necesidades, pero al final las presiones conservadoras lo frenaron. Pero este paso habrá que darlo, no solo en la Amazonia sino en toda la Iglesia.

"No hacerlo significaría continuar como ahora, en la actual situación de alejamiento de tanta gente, empezando por los jóvenes"

Hay que romper las inercias, si queremos hacer crecer a una Iglesia que no se vaya languideciendo en el mundo tan cambiante como el que estamos viviendo. Y estamos convencidos de que ese cambio que pedimos puede ser una buena sacudida para abrirnos todos juntos a otros cambios necesarios. Sabemos que hay muchas presiones conservadoras, y mucho miedo por parte de los obispos de que un paso hacia adelante pueda llevar a una ruptura. Pero el caso es que no hacerlo significaría continuar como ahora, en la actual situación de alejamiento de tanta gente, empezando por los jóvenes.

Y no debemos tardar, porque cuanto más tardemos más difícil será todo y más costará remontar la situación actual”.

Comentario

Creo que es un tema urgente que la jerarquía se plantee la ordenación de hombres casados debido a la carencia de vocaciones sacerdotales, exclusivamente de hombres y célibes. Pero este es un tema exclusivo del papa y no de los obispos. Por otra parte, la Iglesia se encuentra muy encadenada por la Tradición, de la que es incapaz de salir por mucho que presionen las fuerzas progresistas. El talante de la Iglesia es conservador e incluso ultraconservador. Una Iglesia arraigada en la Tradición es una Iglesia que no anda al ritmo marcado por los signos de los tiempos ni por el Evangelio.

"La Iglesia se encuentra muy encadenada por la Tradición, de la que es incapaz de salir por mucho que presionen las fuerzas progresistas"

La Tradición tiene atenazada a la Iglesia en numerosas cuestiones que no la dejan ser una Iglesia en salida, sino que más bien no le permiten renovarse.

El papa Francisco ya puso freno a que se debatieran en el Sínodo de octubre de 2024 temas que deberían quedar al margen, al considerarlos intocables, irrevocables e incuestionables. Esos temas eran: el diaconado femenino, y por supuesto el sacerdocio femenino,el celibato opcional del clero y la pastoral LGTBI

Habría que añadir los temas que Francisco también consideró inamovibles en el décimo mandamiento de los diez que se propuso cumplir. Lo dijo con estas palabras: “No podemos seguir insistiendo en cuestiones referentes al aborto, al divorcio, al matrimonio homosexual, a la eutanasia o al uso de anticonceptivos". 

"Francisco vino a decir, y lo mismo creo que piensa León XIV: La Iglesia mantiene un matrimonio indisoluble con la Tradición y no está dispuesta a separarse de ella, por mucho que insistan aquellos que desearían un cambio de rumbo, ya que eliminaría sus señas de identidad mantenidas durante casi dos milenios"

Considero que el bloqueo a debatir todos esos temas, que los teólogos y creyentes progresistas consideramos imprescindibles para construir una Iglesia en salida que empiece a andar hacia un rumbo alejado de la tradición, es poner más palos a la rueda del progreso. Francisco vino a decir, y lo mismo creo que piensa León XIV:” La Iglesia mantiene un matrimonio indisoluble con la Tradición y no está dispuesta a separarse de ella, por mucho que insistan aquellos que desearían un cambio de rumbo, ya que eliminaría sus señas de identidad mantenidas durante casi dos milenios”. 

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