Cinco jóvenes catalanes explican la preparación de su inminente viaje a la Ciudad Eterna La Iglesia catalana pone rumbo a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes

La Iglesia catalana pone rumbo a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes
La Iglesia catalana pone rumbo a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes Flama

La experiencia de varios jóvenes que ponen rumbo a Roma para participar en el Jubileo de los Jóvenes

Todos ellos se encontrarán en Roma con unos 700 jóvenes de Terrassa; 33 de Urgell; 30 de Tortosa; 110 de Girona; 78 de Sant Feliu de Llobregat, junto al obispo Xabier Gómez; 71 de Vic, junto con su obispo, Romà Casanova, y 30 de Solsona, que irán con el obispo Francesc Conesa. Y, allá, uno de los momentos más especiales que esperan vivir será el encuentro con el papa León XIV

La experiencia de atravesar la puerta santa, plegaria, música, testimonio, talleres… y un encuentro con el papa León XIV. Todo esto y más vivirán pronto los cerca de 3.000 jóvenes catalanes que se preparan para poner rumbo a Roma y participar, entre el 28 de julio y el 3 de agosto, en el Jubileo de los Jóvenes, uno de los actos más destacados del Año Jubilar en curso.

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Y, entre todos ellos, la capital italiana recibirá a Isaac Saltó y Víctor Rubio, dos de los quince jóvenes que irán desde Lleida acompañados por el obispo Daniel Palau; Miguel Guarner y Clara Garrit, participantes de la archidiócesis de Barcelona, desde donde saldrán cerca de 1.800 jóvenes, como también lo harán los obispos auxiliares, Javier Vilanova y David Abadías, así como el arzobispo, el cardenal Juan José Omella (a partir del 30 de julio), o Pau Boada, joven de Valls que se unirá a los 82 participantes de Tarragona para viajar a la Ciudad Eterna acompañados de representantes de la archidiócesis como la delegada de juventud, Adelina Murillo.

Jóvenes catalanes camino del Jubileo
Jóvenes catalanes camino del Jubileo Flama

Nacidos entre 1997 y 2009, todos ellos se desplazarán hasta el corazón del cristianismo representando el amplio espectro de jóvenes católicos que, como en todo el mundo, en Cataluña viven con diferentes grados de intensidad estos grandes encuentros juveniles. Así es cómo Roma acogerá desde peregrinos como Saltó, que con 7 años ya acudió con sus padres a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, hasta adolescentes como Boada, quien hacía 16 años el pasado abril y todavía no ha podido asistir a ninguna JMJ.

Si bien el más joven del grupo admite que, ”por mucha preparación previa que haga, la experiencia me quedará grande“, la más ‘veterana’ —Clara Garrit, de 27 años— sabe lo que es vivir con intensidad estas jornadas previas al Jubileo, puesto que es una de las responsables, desde hace cuatro años, de los jóvenes que conforman la Pastoral del Sordo de Barcelona. “Tengo ganas de volver a experimentar un acontecimiento que tendrá similitudes con la JMJ de Lisboa, en 2023”, indica la joven, residente en el Masnou.

Jóvenes camino al Jubileo
Jóvenes camino al Jubileo Flama

“Ansioso por ir ya al Jubileo” es cómo se encuentra Rubio, quien ha vendido un talonario de lotería para costear parte de los gastos de un viaje en que espera, sobre todo, “madurar”. “Yo he estado todo el año haciendo varios trabajos para reunir el dinero necesario”, señala, por su parte, Guarner, para quien “el Jubileo de los Jóvenes me dará fuerzas para situar a Jesús en medio de mi vida cada día”. “En cambio, nosotros —agrega Garrido, refiriéndose a las acciones hechas por la Pastoral del Sordo—, hemos hecho algunas actividades solidarias como por ejemplo vender rosas y elaborar manualidades durante la fiesta de Sant Jordi”.

Todos ellos se encontrarán en Roma con unos 700 jóvenes de Terrassa; 33 de Urgell; 30 de Tortosa; 110 de Girona; 78 de Sant Feliu de Llobregat, junto al obispo Xabier Gómez; 71 de Vic, junto con su obispo, Romà Casanova, y 30 de Solsona, que irán con el obispo Francesc Conesa. Y, allá, uno de los momentos más especiales que esperan vivir será el encuentro con el papa León XIV, el último día de su estancia: “Quizás será la única vez que lo vea en persona”, dice Guarner, mientras Boada y Garrido, a los cuales habría entusiasmado más ver a Francisco,manifiestan las ganas de escucharlo hablar por primera vez. “Los sacerdotes con quienes he hablado e, incluso, mi abuelo, me dicen que parece una gran persona”, afirma la joven.

Esperando encontrar a un Robert Prevost próximo con los jóvenes, “como lo ha sido con la juventud agustiniana”, destaca Isaac Saltó, este leridano constata que no sabe muy bien a qué se enfrenta, pero mantiene que se desplazará “con el corazón muy abierto”. Y, mientras jóvenes como Clara Garrit anoten cada día sus vivencias para enviarlas a unos padres “orgullosos”, otros como Pau Boada se darán cuenta de la pequeñez que, según él, “siente cualquier católico ante momentos tan impresionantes como lo será este”.

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