Repaso a lo que llevamos de 2025, en un #resumensemanal especial El año de los dos papas, del horror del genocidio, del tiempo en que olvidamos que todos somos hermanos
Unos meses en los que se nos ha ido el Papa Francisco, en el que hemos vivido un cónclave inédito, y la designación, casi por aclamación (pese a las burdas acusaciones de los de siempre), del primer papa norteamericano de la historia de la Iglesia, León XIV
El mundo vuelve a poblarse de tiranos, con poder, y botones nucleares, que quieren seguir repartiéndose las riquezas a costa de las vidas de los pobres. Y es que las cosas no han cambiado mucho desde los tiempos de Jesús, desde la misma Creación del ser humano
Buen domingo.
Llega el momento de descansar, si quiera un par de semanas, pero no queríamos dejar de hacerlo sin dejar un resumen especial, que no es semanal, sino que quiere ofrecer un repaso a lo que llevamos de este 2025 tan intenso. Unos meses en los que se nos ha ido el Papa Francisco, en el que hemos vivido un cónclave inédito, y la designación, casi por aclamación (pese a las burdas acusaciones de los de siempre), del primer papa norteamericano de la historia de la Iglesia, León XIV. Un Papa estadounidense en tiempos de Donald Trump, que no es, ni puede ser, una casualidad.
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La enfermedad y muerte de Bergoglio marcaron un comienzo de año inédito, y agotador. Muchos han olvidado ya al Papa de la primavera. Aquí seguimos recordándole, y animando a una cada vez necesaria renovación de la Iglesia que León, colaborador estrecho del argentino, está llamado a continuar. Con sus ritmos y sus acentos, pero sin poder dar un paso atrás en lo esencial.

Vivimos un tiempo de guerras, de atrocidades, de horror, que nos devuelven a épocas que pensábamos olvidadas en la vieja Europa. El genocidio, que sigue, sin perspectivas de terminar, en Gaza. La cruda guerra en Ucrania, los dramas de Siria, Nigeria, Myanmar… tantas guerras olvidadas, sustituidas por otras…. ¿Quién se acuerda ahora de Afganistán, o de Congo?
La indignidad ha llamado a las puertas de la que se considera cuna de la civilización, y que parece más ocupada en preservar sus supuestas raíces, usándolas para golpear con saña al que viene de fuera. Como si hubiéramos olvidado el Evangelio de Jesús, que todos somos extranjeros, que todos somos hermanos.

Al grito de ‘Dios lo quiere’, supuestos católicos enfadadísimos, y muy de derechas, abogan por expulsar al moro, al extranjero (al pobre, se entiende)… ocho millones de extranjeros (los pobres) se tientan la ropa. Algunos tienen que esconderse para no ser linchados. Y muchos curas lo alientan. Malditos sean. El mundo vuelve a poblarse de tiranos, con poder, y botones nucleares, que quieren seguir repartiéndose las riquezas a costa de las vidas de los pobres. Y es que las cosas no han cambiado mucho desde los tiempos de Jesús, desde la misma Creación del ser humano.
En estos meses hemos conocido casos de burn out entre el clero y la vida religiosa. La falta de vocaciones, la sensación de soledad, la falta de asideros familiares y de vida comunitaria llevan a muchos a sufrir depresión, tendencias suicidas… Es preciso cuidar a los que cuidan.

También, no dejar de lado a las víctimas. A todas las víctimas. Lo hemos visto en la disolución del Sodalicio, la intervención del Instituto del Verbo Encarnado, las denuncias contra el Opus Dei en Argentina… y también con polémicas a cuenta de las terapias de conversión, el caso Gaztelueta o el fallido plan PRIVA, o casos más recientes como el del ex secretario de Maciel detenido por abusar de niñas en un colegio de la Legión en Madrid. Por no hablar del culebrón de las ex monjas de Belorado, donde también hay víctimas, y ningún vencedor.
2025 vino marcado por la celebración del Jubileo, que prosigue, con un Papa o con otro, y con retos apasionantes que contar, que preservar, por los que trabajar. Y de los que informar. Yo les dejo un par de semanas, pero el equipo de RD seguirá trabajando, todos los días, para ofrecerles la mejor información, y el mejor análisis. Porque la actualidad no se toma vacaciones.
Descansen lo que puedan, y seguimos leyéndonos, aquí, en Religión Digital. Buen domingo.