Para los Obispos. Beato Varmundo de Ivrea, obispo
Obispos sed santos como.
| José María Lorenzo Amelibia
Beato Varmundo de Ivrea, obispo
†: 1010/1014 - país: Italia Memoria 13 de noviembre
canonización: Conf. Culto: Pío IX 17 sep 1857
En Ivrea, del Piamonte, conmemoración del beato Varmundo, obispo, esclarecido por la viveza de su fe, su piedad y su humildad, que defendió la libertad de la Iglesia de las insidias de los poderosos, construyó la catedral, fomentó el monacato y promovió la escuela episcopal.
Uno de los pastores más importantes de los que la Iglesia de Ivrea puede presumir en sus muchos siglos de historia, es sin duda Varmundo. Nacido alrededor del 930, de la noble familia vercellesa de Arborio, estudió en Pavía, donde parece que se calificó en leyes. Pero por deseo del emperador Otón I fue elegido como cabeza de la diócesis de Ivrea, hacia el 983 u 84, ciudad que en ese momento era sede de un importante marquesado.
Los roles de pastor y guía civil de la comunidad, son afrontados por Varmundo con gran habilidad, que combina la caridad evangélica con la firmeza de la justicia. En particular, estas dotes se muestran importantes en el contexto de la delicada cuestión del Marqués Arduino, quien, respaldado por feudatarios laicos, busca realizar su proyecto político de una Italia unida, al margen de la Iglesia y el Imperio. Contra él, el santo obispo lanzó una excomunión, confirmada a continuación por el Papa, para reivindicar la plena y legítima libertad de la Iglesia.
Su compromiso de obispo involucra también un nuevo impulso al desarrollo cultural y educativo: abre una escuela episcopal, en la que se asume la importante tarea de la copia y ornamentación de manuscritos. Es también responsable de la reconstrucción de la antigua catedral de Santa María, donde puso las reliquias del presunto mártir tebeo san Tegolo, que se encontró cerca de la ciudad. San Varmundo concedió también importantes privilegios a la fundación del monasterio de Fruttuaria, gobernado como primer abad por Guillermo de Volpino, comprendiendo la importancia que esa institución podría tener en el contexto de su territorio diocesano.
Su intensa actividad sólo se vio interrumpida por la muerte, ocurrida en un año entre 1010 y 1014. Sobre su tumba se colocó un cenotafio preparado por él mismo, mientras que el pueblo comenzó a venerar inmediatamente su memoria como santo, a pesar de que la confirmación de su culto llegó recién en 1857, bajo el pontificado de Pío IX. fuente: Santi e Beati
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/
Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3 Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2