¿Qué pensar de esas misas sin cura o “misas secas”?

En diversos lugares se está suscitando un clamor dentro de la Iglesia de España en torno a los pueblos en los que no se celebra Misa los domingos, sino una acción litúrgica con administración de la Comunión. Causa, la escasez de sacerdotes.



Jesús Fernández de las Heras da la solución con estas palabras: "Existen muchos sacerdotes dignos, y hasta celosos que han dejado el ministerio sacerdotal contrayendo matrimonio. De algunos he oído decir que ahora son más sacerdotes que antes. De seguro que buen número de ellos volvería al ministerio y a celebrar la Eucaristía si fueran dispensados [...] ¿Por qué no podría ordenarse en ciertas circunstancias a hombres solteros o casados que han dado prueba suficiente de aptitud para el sacerdocio?"

Casualmente, hace unos años escribí, como representante de la Asociación de Sacerdotes Casados de España (ASCE), a todos los obispos de la nación las siguientes líneas: "En la diócesis de Vitoria (supongo que no será la única), se están celebrando "misas sin cura" los domingos en más de veinte parroquias rurales. No hay suficientes presbíteros. Estoy seguro de que, pidiéndolo a los sacerdotes secularizados que voluntariamente lo deseen, se solucionaría el problema.

Se trata, a nuestro entender teológico, de un derecho divino por parte de los pueblos a que se les celebre la misa habiendo sacerdotes dispuestos a ello. Es una colisión del derecho divino con el eclesiástico (prohibición a los presbíteros casados de celebrar la misa). Por eso nos parece que debe ser revisada esta situación por parte de los obispos y exponerla con todo rigor a la Santa Sede."

Quisiera que estas líneas sean una llamada a todos los fieles cristianos, para que eleven su voz a los obispos. La edad media del clero oscila entre los 65 años. Dentro de diez, nos será difícil confesarnos; habrán de cerrarse numerosas iglesias; abundarán los no bautizados; bajará aún más la fe y costumbres del Pueblo. Necesitamos más sacerdotes y más santos. Lo cual no está en pugna con el matrimonio. ¡Reintegración de los secularizados que lo deseen; ordenación de hombres casados o solteros, pero con hambre de Dios y práctica de oración!

Quien esto escribe ha deseado siempre la reintegración. Hoy por cuestiones de edad y salud no podría realizar este sueño; lo mismo les sucedería a otros muchos compañeros, pero la realidad y la verdad van por estos caminos. Es hora de que nuestra madre la Iglesia vaya abriendo cauces en este sentido. Es tarde, pero más vale tarde que nunca. El Pueblo de Dios necesita sacerdotes santos sean célibes o casados.

José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2
Volver arriba