¿Encontrará lugar entre nosotros?

Cada día más trabajadores van a la calle.
Cada día más familias no tienen qué comer.
Cada día aumentan los robos y la sensación de inseguridad.
Cada día quedamos mes helados al ver como la ayuda de los gobiernos va a los poderosos, a quienes más tienen, y vemos cómo, los más pobres, continúan siendo los grandes olvidados de nuestro mundo, de nuestra instalada sociedad de confort.
Pero, un año mas vuelve la Navidad, y un año más, Dios quiere hacerse presente en medio nuestro, haciéndose pobre y necesitado; quiere poner su tienda en medio nuestro, desde la vulnerabilidad de un recién nacido, poniéndose junto a los marginados, junto a los olvidados, como lo hizo hace casi 2008 años, en un portal…
Vuelve la Navidad, y seguramente como hace 2008 años, alguien llamará a nuestra puerta pidiendo un espacio, una ayuda, ser acogido. Allá, en Belén de Judà no había lugar para esta pareja y para aquella madre que esperaba un hijo: ¿hoy, encontrarán acogida cuando llamen a nuestra puerta vestidos de inmigrantes, de pobres, de persona que están en el paro....?
Ven Señor, vístanos con tu salvación, y danos la capacidad de reconocerte en nuestros hermanos pobres y desamparados.
Ven, y que “la crisis” nos humanice y nos enseñe a compartir los bienes que son de todos.
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