La Iglesia es joven (IV): “Una mirada agradecida a la PJ

Victor Frankl, el fundador de la Logoterapia, famoso entre nosotros, fundamentalmente por su libro “El hombre en busca de sentido”, cuando explica la situación de los prisioneros en el Campo de concentración, llega a decir que el sentido del humor era una de las armas con las que luchaban para poder sobrevivir, ya que les producía una inmensa alegría y bienestar en medio de la tragedia que vivían.

También se ha dicho que el sentido del humor tiene que ver con el sentido del amor, ya que el primero ayuda a “desengrasar” situaciones, a reírse, a tomarse las cosas deportivamente, a quietar hierro a situaciones de tensión, y a superarse para no hacer más bilis de la cuenta y para poder estar a punto para lo que toque. El humor ayuda a superarse y a superar situaciones difíciles. Quien ama de verdad, no tiene problemas de reírse de sí mismo y de aquello que forma parte de su mundo, también amado, y no carente de fallos. Reírse, ayuda a no sobredimensionar las cosas, a “tomarnos en serio la vida”, pero a no ser unos amargados.

Bien, la mesa redonda “Una mirada agradecida a la PJ” contó con una buena dosis de sentido del humor, y a la nota la dio José Luis Cortés, un hombre que ha ayudado a muchos hombres y mujeres de Iglesia, a tomarse las cosas tan en serio, que no han tenido problema a sonreír, y a reírse a gusto de aquello que a veces absolutizamos, y que poco o nada tiene que ver con lo más esencial de nuestra fe.

Basta ver el rostro amable que le pone al Padre Eterno y la mirada de su Hijo Jesús con su espontaneidad, para darnos cuenta de su fe profunda, y de cómo es verdad que “el que habita en los cielos sonríe”.

Este joven adulto, nos habló de la imagen de Dios en los jóvenes, y como siempre nos ilustró con sus dibujos portadores de humanidad y de ternura. Su tema era “La imagen de Dios en los jóvenes”. Nos dijo que estamos llamados a ser sal, y que la sal a veces sabe a otra cosa; que los jóvenes no saben lo que decimos cuando decimos Dios, y que es necesario recuperar al Dios de Jesús, un Dios que nos hace libres. El público agradeció su impagable forma de anunciar el Evangelio durante muchos años, a través de las imágenes; imágenes que valen más que mil palabras y que son portadoras de la Buena noticia del Reino.

Javier Aguirregabiria, escolapio, nos habló de “El Joven cristiano hoy”; explicó cómo eran y como son los jóvenes españoles hoy y el cambio revolucionario que se dio a partir de mayo del 68. Habló de la importancia de la persona, de cómo se valora hoy la dignidad de cada individuo, de la sospecha, de los avances científicos, de cómo nos marcó la democracia, y lógicamente de los cambios en la Iglesia. Cambios muy radicales, “siderales” que los han llevado a un encuentro con “El Señor”.

Monseñor Cerro, que compartió de forma muy cercana el Fórum, intercambiado con los jóvenes y “pasando como uno de tantos” habló de la “Espiritualidad en la Pastoral de jóvenes” y apeló a una síntesis entre la fe y la vida. Para ello dio unas claves a tener en cuenta: La búsqueda del silencio, el redescubrimiento de la Palabra de Dios y de la Lectio Divina como una lectura creyente de la Palabra y la adoración eucarística. Todo ello, insistió, lleva a unir vida y fe. Como ejemplo vivo, citó al Abbé Pierre que un día dijo: “-Cuando yo llamó a Dios, Él siempre me responde diciéndome:¿dónde está tu hermano?” Y concluyó su intervención insistiendo en la importancia del “encuentro personal con Jesucristo, ya que Él nos ayuda a soportar las embestidas del tiempo moderno.”

Le tocó el turno a Alvaro Ginel. Salesiano, quien habló de “Lo celebrativo en la Pastoral juvenil”. Hizo memoria y revivió aquellos tiempos en los que los jóvenes comenzaron a participar activamente en la liturgia. Sugirió que así como hay un directorio de misa con los niños, se pudiera hacer uno para los jóvenes. Habló también de la efervescencia y los cambios a los que nos abría el post concilio y de cómo se introdujeron elementos en la liturgia. Habló también de las celebraciones son sacramentales, y reconoció que “en algunas cosas nos pasamos”. Dijo, “nos equivocamos cuando reemplazamos la Palabra de Dios, cuando la borramos de nuestras celebraciones, con el afán de poner otros textos sugerentes. Pensábamos que todo tenía que ser nuevo. Y suplantamos, cuando lo que deberíamos haber hecho es conjugar.

Nos dijo que “La puerta está abierta y que hay futuro”, insistiendo que también hay puertas “oficiales” que están abiertas. Dijo que los jóvenes tienen derecho a abrir puertas y que ni podemos estar pelándonos. Apeló a reconocer los límites y las posibilidades de la participación de los jóvenes en la liturgia . Habló d elos lugares de referencia de una liturgia joven, y sugirió conjugar las celebraciones con todas las franjas de edadres.

Sin duda Álvaro sintonizó con la audiencia, que le seguía con atención.

Migueli tuvo dos momentos “apoteósicos”. Recordó a los cantautores que nos hicieron cantar durante estos años, y el auditorio entero seguía con aplausos, y con activa participación cada uno de sus cantos. Fue uno de los momentos de más entusiasmo de la asamblea: allí nos involucró a todos. Y fue tan aclamado, que al final tuvo que regalar al público con más de una canción. Y todo acompañado de una explicación catequética de lo que cantaba e inspiraba cada una de las canciones que evocaba.

Pedro Antón de las comunidades ADSIS, habló de “Lo comunitario en la pastoral juvenil”. Compartió su experiencia personal y animó a andar “aunque se tropiece”. Dijo que muchas veces los jóvenes no entienden, y que hemos de saber que “la fe no nos aclara el camino, sino que nos pone en camino”. Habló de la importancia de las pertenencias fuertes, y de cómo el seguimiento de Jesús en el marco de una comunidad, nos hace vibrar.

Finalmente José María Bautista del departamento de Pastoral FERE-CECA, habló de “La música en la Pastoral juvenil”. Me dijeron que estuvo muy bien, pero me la perdí ya que me vinieron a buscarme unos jóvenes de Madrid que querían hablar un momento sobre unas jornadas de diálogo interreligioso. Lo sentí, pero lo importante es que gustó.

Tuvimos una oración y nos marchamos con un buen sabor de boca, dispuestos a vivir la Jornada del sábado que prometía ser muy interesante ya que en ella los jóvenes “tomaban la palabra”, serían los auténticos protagonistas.

- Para leer y adherirse al Manifiesto del Fórum: www.forumpj.org

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