Encuentro con el personal sanitario del santuario Ana María Camoletto: "Tenemos más de 50 curaciones milagrosas en estudio en Lourdes"

(Vicente Luis García).- Médico y religiosa: ambas vocaciones se aúnan en la italiana Ana María Camoletto, afincada en Lourdes, y miembro de la Hospitalidad de Lourdes.

En este momento de la entrevista estaba al frente de la Oficina de Constataciones Médicas de Lourdes, dado que su director permanente, el Dr. Alessandro di Franciscis, se encontraba fuera. Ana María fue la encargada de coordinar el encuentro de oración del personal sanitario que cada fin de semana reúne a médicos, personal de enfermería y farmacéuticos que se encuentran en Lourdes con las diversas peregrinaciones. En este pequeño encuentro rezan por la salud de cuerpos y almas y hasta por la situación de países como el Congo de donde les llega, vía e-mail, una petición de una enfermera que trabaja como cooperante en un centro de salud de aquel país. Tras la oración ofrecieron un café y unas pastas a los asistentes, momento en el pude conversar con sor Ana María Camoletto.

¿Cuál ha sido la última curación reconocida como milagro en Lourdes?

La última declaración es del año 2013 y corresponde a la curación de Danila Castelli, una mujer que empezó a padecer graves crisis espontáneas de hipertensión siendo joven, con 34 años. En 1982, los exámenes radiológicos y las ecografías ponen en evidencia una masa para-uterina y un útero fibromatoso. En mayo de 1989, durante una peregrinación a Lourdes, Danila se bañó en las piscinas del santuario y al salir experimenta un extraordinario bienestar. Declaró enseguida su curación instantánea en la Oficina de Comprobaciones Médicas de Lourdes. Ahí comenzaron los estudios que se hacen con cada caso hasta que en el 2013 se declaró oficialmente por parte de su obispo la consideración de curación milagrosa.

¿Cuántos casos de curaciones posiblemente milagrosas hay hoy en estudio?

Los médicos nunca hablamos de milagros sino de curaciones inexplicables. Es la Iglesia, el obispo de la diócesis de cada persona curada quien tiene potestad de declarar esa curación como milagrosa. Actualmente en estudio tendremos más de 50, no sabría decirle el número exacto pero por ahí. Son expedientes en proceso de estudio.

Las personas que se sienten curadas, bien aquí en Lourdes, o bien en sus casas después del viaje a Lourdes o tras rezar un rosario a la Virgen de Lourdes nos deben entregar todo su historial médico, con todas las pruebas diagnósticas, y cualquier informe hospitalario relacionado con su enfermedad. La recogida de esta documentación la hacemos durante años. Es el médico permanente quien solicita una o dos veces al año al menos todos estos informes.

Después reúne a personal médico, de enfermería y farmacéutico para el estudio de cada caso. Se revisan todas las pruebas médicas que se le hayan podido hacer al paciente, resonancias, TAC, muestras de anatomía patológica, analíticas, etc. Estudiamos todo esto en cada sesión clínica y cada uno da su opinión y dice si lo considera una curación inexplicable o no. Este proceso dura años porque tenemos que controlar y comprobar que la curación persiste, es definitiva y no transitoria.

¿Por qué todos los milagros que se reconocen son curaciones físicas? Se reconocen también la existencia de otros milagros, pero estos no pasan a formar parte del elenco de "milagros de Lourdes oficiales".

Bueno, es fácil de explicar. Los milagros del cuerpo los vemos, los del alma son internos. Los milagros del cuerpo los podemos palpar, los del alma no.

O sea que funcionamos como Santo Tomás.

En cierto sentido así es. Si yo reconozco una enfermedad yo la tengo que ver. La puedo ver en el historial clínico, en sus pruebas diagnósticas, ... son pruebas evidentes, tanto de las enfermedades como de sus curaciones. Los milagros del alma suelen detectarlos los sacerdotes más que los médicos, y muchos de ellos se producen en el marco de las confesiones por lo que pasan a ser secretos. La Iglesia ha declarado 69 milagros en Lourdes pero doy fe de que hay muchos más casos de personas que no pasan por la oficina médica para declarar públicamente sus curaciones; son curaciones que se mantienen silenciadas en el entorno familiar y en el corazón.

Non solum sed etiam.

¿Quién soy yo para negar la evidencia? Los milagros no son un truco de magia, y si nos atenemos al Evangelio ni siquiera una intervención ajena: "tu fe te ha curado". No tiene que ser fácil convivir cada día con la evidencia de lo inexplicable y con la responsabilidad de poner a prueba somatizaciones, efectos placebo o las ganas de tener un milagro. Me parece que solo cuando se vive un milagro en primera persona lo sobrenatural pasa a ser natural.

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