El presidente de Cáritas Internationalis analiza la respuesta de la Iglesia a la crisis El cardenal Maradiaga visita a los refugiados sirios en Jordania pocos días antes de la visita del Papa

El cardenal hondureño, Óscar Rodríguez Maradiaga, se encuentra esta semana en Amman, Jordania con el fin de asistir a las reuniones de la junta directiva de Caritas Internationalis y conocer la respuesta de la Iglesia a la crisis en Siria.

Rodríguez visitó hoy los campamentos de refugiados sirios en la frontera con Jordania, pocos días antes de la visita de Francisco a Tierra Santa. En un mensaje dirigido al Foro Global sobre Migración y Desarrollo, que tuvo lugar en Estocolmo del 13 al 16 de mayo, Rodríguez Maradiaga, aseguró que "la migración y el desarrollo son dos importantes realidades entrelazadas, cuya influencia mutua es un factor indiscutible" y que «el desarrollo no se puede reducir a un mero crecimiento económico, que a menudo se consigue sin pensar a los pobres y vulnerables".

El cardenal hondureño señaló que la migración y el desarrollo son dos importantes realidades entrelazadas, cuya influencia mutua es un factor indiscutible. "El desarrollo no se puede reducir a un mero crecimiento económico, que a menudo se consigue sin pensar a los pobres y vulnerables. Sin embargo, un mundo mejor será posible solo con atención especial a la dignidad humana; si la promoción humana es integral, teniendo en cuenta todas las dimensiones de la persona, incluyendo la espiritual; sin olvidar a nadie como, por ejemplo, a los pobres, los enfermos, los presos, los necesitados y los extranjeros; si nos demostramos capaces de dejar a nuestras espaldas una cultura del usar y tirar, y abrazamos otra del encuentro y la aceptación".

Con ocasión del Día Internacional del Migrante y el Refugiado 2014, el Papa Francisco evidenció que «los emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad» (Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor, 2013).

"Se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casas por muchas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero sobre todo de ser "algo más". Hoy en día, más de 230 millones de personas emigran de un país a otro o se desplazan dentro de sus propios países y zonas geográficas. Estos números indican el mayor desplazamiento de población de toda la historia. La Iglesia acompaña a los migrantes y refugiados en su viaje, buscando comprender las causas de la emigración. Así mismo, trabaja para mitigar sus efectos negativos y reforzar su influencia positiva en las comunidades de origen, tránsito y destinación" dijo el cardenal.

(RD/Agencias)

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