China prohibe la reencarnación



China prohíbe a los budistas reencarnarse sin permiso para controlar la elección del próximo Dalai Lama

Juan Francisco Jiménez Jacinto | A&A ForumLibertas.com. 08 de abril.- Las pretensiones de control y autoritarismo del Gobierno comunista chino no tienen límite. A la desaforada actitud que mantiene con la Iglesia católica para controlar a los fieles hay que sumar uno de los actos históricos más absurdos del totalitarismo: China les ha prohibido a los monjes budistas del Tíbet reencarnar sin previo permiso gubernamental. De acuerdo con un comunicado emitido por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos (China) la ley, que entrará en vigor el mes de abril, estipula estrictamente los procedimientos por los cuales uno se puede reencarnar, y son “un paso importante para institucionalizar el manejo de la reencarnación”.

Pero más allá de lo que pueda parecer una boutade, detrás se esconde el verdadero motivo de China: cortar la influencia del Dalai Lama, el líder espiritual y político del Tíbet (exiliado en la India) y para sofocar el establecimiento religioso budista de la región más de 50 años después de que China invadiera el pequeño país del Himalaya. Al excluir cualquier monje budista que vive fuera de China de la búsqueda de la reencarnación, la ley efectivamente otorga a las autoridades chinas el poder de elegir el próximo Dalai Lama, cuya alma, por tradición, renace como un nuevo ser humano para continuar la labor de aliviar el sufrimiento.

A los 72 años, el Dalai Lama, quien ha vivido en la India a partir de 1959, comienza a planear su sucesión, diciendo que él se niega a volver a nacer en el Tíbet, siempre y cuando esté bajo control chino. Si se asume que es capaz de dominar la hazaña de controlar su renacimiento, como Dalai Lamas supuestamente han tenido durante los últimos 600 años, la situación se perfila en el que podría haber dos Dalai Lamas: uno escogido por el gobierno chino y el otro por los monjes budistas. “Va a ser un tema muy caliente”, dice Paul Harrison, un experto en budismo de la universidad de Stanford (California). “El Dalai Lama ha sido el principal símbolo de la unidad y la identidad nacional en el Tíbet, por lo que es bastante probable que la batalla por su encarnación, va a ser mucho más importante que los otros”.

La Iglesia patriótica china: más de lo mismo

La del Gobierno comunista chino es una perspectiva totalitaria en general. Lo que ahora ha hecho con conceptos que tienen que ver con el budismo, lo ha hecho también con la Iglesia católica a través de lo que ellos denominan la Iglesia patriótica china, una Iglesia alternativa a la católica que quiere reconducir la fe de los fieles para controlarla a su antojo. Con esta mentalidad la dictadura política se convierte en muy brutal porque no deja espacio para nada: ni si quiera para la reencarnación y la libertad de conciencia. Constituye una dictadura sobre las consciencias, cuando normalmente las dictaduras están planificadas contra los actos externos.

Esta actitud se remonta a la época de los romanos en la que los ciudadanos deificaban al emperador como un dios no porque creyeran que lo era –la conciencia a nadie le interesaba en ese sentido-, sino como una acto externo que tenía como misión reforzar la autoridad del emperador. Por eso los romanos no entendían que los cristianos se negaran a subrogar públicamente su conciencia religiosa al emperador y hacer una cosa tan simple que hacían todos: hacer lo que querían con su conciencia, pero mostrar pleitesía pública al emperador. La actitud del Gobierno chino es la misma: ¿quieres ser budista?, de acuerdo, pero el Estado decide qué tipo de budismo practicas. E incluso va un paso más allá: controla la consciencia a través de controlar el objeto de culto.

China es consciente de que no podrá eliminar la religión de las personas, es por eso que la controla y lo que podría significar un foco de subversión ideológica acaba convirtiéndose en una herramienta suya de promoción.

Es la sofisticación de los elementos de control de la sociedad: en la Iglesia católica es el Papa quien debe designar a los obispos, en China es el propio estado el que los designa pasando por alto lo que diga o deje de decir el obispo de Roma. De esa forma y gracias a que también controlan los medios de comunicación del país los fieles están desorientados y acatan a los líderes religiosos que el Gobierno impone, creyendo que están ejerciendo la libre elección de escoger su religión sin presiones ni controles lo que están abrazando es la ideología de Mao Tse Tung disfrazada de religión
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