Decálogo del catequista.

1.- Eres catequista cuando eres testigo. Amas cuando enseñas y enseñas a amar.

2.- Eres catequista cuando haces de tu vida una catequesis y conviertes tu catequesis en oferta de vida y de libertad.

3.- Eres catequista cuando eres hombre o mujer de Palabra. La historia de la Salvación es encuentro de amor y diálogo; serás catequista cuando hagas del diálogo el punto de encuentro entre Dios y la humanidad.

4.-Eres catequista cuando descubres la capacidad comunicadora del silencio. Estás llamado/a a regalar a los hombres un momento de encuentro consigo mismos, allí donde Dios habla, en el silencio, en la oración...

5.-Eres catequista cuando no mides el tiempo, cuando ofreces tu vida sin límites, cuando eres donación sin medida, cuando no pones jaula a las ilusiones, cuando te sientes tan libre que eres oferta de libertad...

6.-Eres catequista por lo que ayudas a ser, no por lo que haces; por lo que empiezas, no por lo que terminas; por lo que siembras no por lo que recoges.

7.- Eres catequista cuando propones el camino, no cuando lo impones; cuando entre todos los caminos señalas con emoción El Camino...

8.- Eres catequista cuando te dejas enseñar, cuando aprendes de aquellos a los que acompañas, cuando te sientes afortunado/a del don que te han hecho.

9.- Eres catequista cuando sientes el gozo de ser iglesia y la urgencia de celebrar tu fe en comunidad. Un catequista por libre es como un grano de trigo lanzado en el asfalto.

10.- Eres catequista cuando te sientes peregrino, siempre en camino, y nunca acabas de llegar a donde quieres ir. Detrás de cada horizonte siempre hay otro nuevo por estrenar.
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