Iniciamos nuestra meditación reconociendo que somos parte de la Creación amorosa de Dios, quienes tenemos el privilegio de participar en la misión, como le fue confiada a María Magdalena de ser anunciadora de la presencia de Jesús resucitado (Jn20,18).  También pedimos la compañía del Espíritu Santo, en su presencia agradecemos y le confiamos la vida de todas las mujeres en el mundoproclamando la oración:

Gracias, Dios, por las bendiciones que nos ha concedido.

Gracias porque disfrutamos de las libertades conquistadas

por muchas mujeres antes que nosotras.

Señor, te presentamos a quienes no tienen las mismas libertades

que nosotras. Pensando en las que todavía experimentan

 sufrimiento y opresión por ser mujeres. Allí donde hay

niñas que no tienen acceso a la educación o a las oportunidades,

te pedimos que provoques un cambio, Señor.

Tu Reino se define por la igualdad, por la liberación

de los pobres y oprimidos. Te pedimos que ésta sea

la experiencia de todas las mujeres en casa o el extranjero

que no son plenamente libres.

Que las mujeres en posiciones de influencia y poder

hablen en favor de las oprimidas y sean una luz de guía

para las mujeres más jóvenes que buscan dejar su huella.

Que las madres, esposas y amigas creyentes se levanten

como ejemplos de vida a seguir. Amén

Marcos 16,15-20

El evangelio de Marcos nos presenta la narración donde los discípulos reciben la misión de ir por el mundo a proclamar la Buena Noticia, con la certeza de que la gracia de Dios los acompañaba con signos a favor de la vida.

Vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. Quien crea y se bautice se salvará; quien no crea se condenará. A los creyentes acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes; si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán.

El Señor Jesús después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes y el Señor los asistía y confirmaba la palabra con las señales que la acompañaba.

Dios con su Palabra nos hace anunciadoras/res de la Buena Noticia, tal vez no somos muy consciente de ello, porque creímos en algún momento que era exclusivo de los de los discípulos o de los referentes de la Iglesia como institución (el Papa, obispos, sacerdotes). Las invito a recordar situaciones, momentos de nuestra historia y en la historia de otras mujeres, donde con nuestra palabra, gestos, fuimos y somos anunciadoras de la Buena Noticia de Dios, sin saber que ya estábamos viviendo la misión de la que nos habla el evangelista Marcos.

Cada una desde los diferentes roles que desempeñamos en la sociedad, desde el ser de mujeres madres, esposas, hijas, hermanas, compañeras, amigas somos portadoras de buenas noticias con la presencia alegre, la palabra oportuna, el abrazo, la compañía, el apoyo, con el buen ánimo, la motivación, la ayuda fraterna y solidaria con todas las mujeres y familias con las que  tenemos la oportunidad de encontrarnos y compartir la experiencia de Fe, de las manifestaciones de la presencia Divina que habita  en todas las mujeres. Esta presencia continúe impulsándonos y motivándonos a ser anunciadoras de Vida en nuestro itinerario de cada día.

Ellas salieron a predicar el evangelio por todas partes, y el Señor las asistía confirmando la palabra con las señales que las acompañaban (Mc 16,20)

Todas salimos todos los días desde nuestros distintos lugares donde vivimos y  ambientes, académicos, laborales, investigativos, familiares, con la presencia en las comunidades, donde la mayoría de nosotras realizamos la misión, y como lo exprese en el comentario anterior con una serie de detalles que confirman que la fuerza del Espíritu de Jesús resucitado nos asiste y nos da sabiduría y vigor para seguir siendo presencia que comunican vida y esperanza.

Dios continúa motivándonos a acompañar la humanidad en las mujeres y hombres que necesitan dar un nuevo significado y esperanzador sentido a su existencia. Parte de la motivación recibida es el caminar que iniciamos con la lectura orante de la Palabra de Dios en el primer domingo enero 7 2024, la Epifanía del Señor, nuestra compañera y coordinadora María Andrea González Benassini, se encargó de empezar el camino de la Lectio Divina, continuando con las compañeras: Maritza Marciales Páez, Carmen Nur Pisso, Luz Milena López Jiménez, María Luisa Paret García, Daniela Oliver Ruvalcaba, Magda Terán, Beatriz Mejía Llano, Norma Melara, Amaya Modrego, Luz Mery Bermeo de Los Ríos.

Juntas venimos realizando la misión con la lectura orante de la palabra de Dios en la Lectio Divina con la reflexión del evangelio de cada domingo.  Las reflexiones compartidas nos han ayudado a animarnos las unas a las otras para discernir juntas los textos bíblicos en la Sabiduría de Dios y de la sabiduría de otras compañeras que también se han vinculado expresando su sentir- pensar de la realidad con los escritos en los diferentes contextos donde nos encontramos.  Con la invitación de Dios a permanecer en su amor y amistad, sigamos caminando en actitud agradecida al Señor por confiar a las mujeres el anuncio de su Buena Noticia a todas las hermanas/nos del mundo.

Oración tomada de la página web https://glorify-app.com/es/oraciones-para-mujeres/

Foto archivo de la CLAR

Información de los nombres de las compañeras citadas https://www.traslashuellasdesophia.com/so/42OwLK0zT?languageTag=es&cid=86f33325-4824-4ffd-869c-3d3693f70612