El Papa pone en valor "el magisterio de la fragilidad" de los discapacitados Francisco, sobre las personas discapacitadas en Ucrania: “¿Cuántas ni tienen la posibilidad de huir?”

El Papa y una persona con discapacidad
El Papa y una persona con discapacidad

"Hoy queremos recordar el sufrimiento de todas las mujeres y de todos los hombres con discapacidad que viven en situaciones de guerra, o de aquellos que están sobrellevando una discapacidad a causa de los enfrentamientos"

"Espero que cada comunidad cristiana se abra a la presencia de hermanas y hermanos con discapacidad asegurándoles siempre la acogida y la plena inclusión"

"El Sínodo, con su invitación a caminar juntos y a escucharnos mutuamente, nos ayuda sobre todo a comprender cómo en la Iglesia —también en lo que se refiere a la discapacidad— no existe un nosotros y un ellos, sino un único nosotros"

"Hoy queremos recordar el sufrimiento de todas las mujeres y de todos los hombres con discapacidad que viven en situaciones de guerra, o de aquellos que están sobrellevando una discapacidad a causa de los enfrentamientos. ¿Cuántas personas —en Ucrania y en los otros escenarios de guerra— permanecen confinadas en los lugares donde se combate y ni siquiera tienen la posibilidad de huir? Es necesario brindarles una atención especial y facilitarles el acceso a las ayudas humanitarias por todos los medios".

Tampoco en este 3 de diciembre, cuando se conmemora el Día Internacional de las Personas Discapacitadas, el Papa se ha olvidado del sufrimiento de la "martirizada Ucrania", ni de todas aquellos que, a causa de los conflictos abiertos en el mundo, sufren esa condición. Todas ellas fueron parte central de mensaje que les ha dedicado con motivo de esta celebración.

El magisterio de la fragilidad

Valoró de manera muy especial el Papa ese "magisterio de la fragilidad" que ofrecen estas personas, porque han descubierto que "la confianza en el Señor, la experiencia de su ternura, el consuelo de su compañía no son privilegios reservados a unos pocos, ni prerrogativas de quienes han recibido una formación cuidadosa y prolongada".

Francisco recibió en audiencia a personas con discapacidad
Francisco recibió en audiencia a personas con discapacidad Vatican Media

Por el contrario, añadió, "su misericordia se deja conocer y encontrar de manera muy particular a quienes no se fían de sí mismos y sienten la necesidad de abandonarse en el Señor y de compartir con los hermanos. Se trata de una sabiduría que crece a medida que aumenta la conciencia del propio límite, y que permite valorar aún más la decisión de amor del Omnipotente de abajarse hacia nuestra debilidad. Es una conciencia que nos libera de la tristeza de la queja —incluso cuando hay motivos— y permite al corazón abrirse a la alabanza".

"La felicidad es un pan que no se come a solas"

Si ese magisterio de la fragilidad fuera escuchado, prosiguió el Pontífice, "haría nuestras sociedades más humanas y fraternas, induciendo a cada uno de nosotros a comprender que la felicidad es un pan que no se come a solas. ¡Cuánto nos ayudaría la conciencia de necesitarnos los unos a los otros para tener relaciones menos hostiles con quienes están a nuestro lado! Y la constatación de que tampoco los pueblos se salvan solos, ¡cuánto nos impulsaría a buscar soluciones para los conflictos insensatos que estamos viviendo!". 

Iglesia  inclusiva y accesible
Iglesia inclusiva y accesible

"El magisterio de la fragilidad es un carisma con el que ustedes —hermanas y hermanos con discapacidad— pueden enriquecer a la Iglesia", recalcó Francisco, por lo que mostró su alegría por el hecho de que "el camino sinodal esté siendo una ocasión propicia para que también se escuche finalmente vuestra voz, y que el eco de esa participación haya llegado al documento preparatorio para la etapa continental del Sínodo".

Derribar prejuicios arraigados

"El Sínodo, con su invitación a caminar juntos y a escucharnos mutuamente, nos ayuda sobre todo a comprender cómo en la Iglesia —también en lo que se refiere a la discapacidad— no existe un nosotros y un ellos, sino un único nosotros, con Jesucristo en el centro, donde cada uno lleva sus propios dones y sus propios límites", subrayó Jorge Mario Bergoglio.

Es más, aseguró, "allí donde el Sínodo ha sido verdaderamente inclusivo, ha permitido derribar prejuicios arraigados" porque "son, en efecto, el encuentro y la fraternidad los que abaten los muros de la incomprensión y vencen la discriminación; por eso espero que cada comunidad cristiana se abra a la presencia de hermanas y hermanos con discapacidad asegurándoles siempre la acogida y la plena inclusión".

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