Recibe al padre Ángel en audiencia por su 50 aniversario El Papa bendice la labor de Mensajeros de la Paz

Benedicto XVI recibió este mediiodía en audiencia al padre Ángel y a la comitiva de Mensajeros de la Paz, que se encuentra en Roma con motivo de la celebración de sus 50 años de servicio por un mundo mejor. El Papa les invitó a que, "arraigados cada vez más en Cristo, continúen siendo heraldos de la misericordia de Dios entre las personas más desprotegidas".

El Papa dijo hoy que en el mundo actual "el individualismo parece que regula las relaciones entre las personas, convirtiéndolas en más frágiles" y animó a los fieles a construir la fe a través de la Iglesia, que ha sido la portadora del mensaje de Jesús a lo largo de los tiempos.

El pontífice se dirigió en la audiencia tradicional de los miércoles a los peregrinos que acudieron a la Plaza de San Pedro, en una jornada marcada por la lluvia, y les agradeció su presencia a pesar de lo desapacible del día, y comentó con una sonrisa que "podría ser todavía peor".

Benedicto XVI señaló en su alocución ante los congregados que las personas tienen necesidad de la Iglesia para "tener una confirmación de su fe y para experimentar los dones de Dios: su Palabra, los sacramentos, el apoyo de la gracia y el testimonio del amor". Y subrayó que "la tendencia muy difundida en la actualidad es relegar la fe a la esfera privada lo que contradice su propia naturaleza".

Por ello, el Obispo de Roma insistió en que "la fe nos llama a ser Iglesia, portadores del amor y de la comunión de Dios entre toda la humanidad". El Papa animó a los fieles a abandonar el individualismo, a exteriorizar su fe y a construirla desde la Iglesia. "No puedo construir mi fe en un diálogo privado con Jesús porque la fe viene dada por Dios a través de una comunidad de creyentes que es la Iglesia y me sitúa con la multitud de creyentes en una comunión que no es solo sociológica sino que radica en el eterno amor de Dios", refirió.

Aclaró que la fe no es producto de un pensamiento personal, sino es fruto de una relación, de un diálogo en el cual "el comunicar con Jesús" saca a la persona de su reclusión para abrirla "al amor del Padre". "La Iglesia -dijo- es un pueblo católico que habla lenguas nuevas, universalmente abierta a acoger a todos, más allá de cualquier límite, abatiendo todas las barreras". La fe es virtud teologal, donada por Dios, explicó Benedicto XVI pero transmitida por la Iglesia a lo largo del tiempo "lo que nos da la garantía de que eso en lo que creemos es el mensaje original de Cristo predicado por los apóstoles y transmitido fielmente por ella".

Este miércoles, 31 de octubre, la Plaza de San Pedro volvió a ser escenario de la audiencia semanal del Papa. Ante miles de fieles Benedicto XVI continuó reflexionando sobre la fe católica. «La fe es un don, porque es Dios quien toma la iniciativa de venir a nosotros, y es una respuesta con la cual lo recibimos como verdad y cimiento estable de nuestra vida. Es un don que transforma la vida, porque nos hace penetrar en la misma visión de Jesús, que obra en nosotros y nos abre al amor a Dios y a los demás», dijo el Papa.

Palabras en Español del Santo Padre:

Queridos hermanos y hermanas: Continuamos nuestra meditación sobre la fe católica partiendo de algunas preguntas: ¿Tiene la fe sólo un carácter personal, individual?, ¿me interesa sólo a mí?, ¿la vivo solo? La fe es un acto eminentemente personal, es una experiencia íntima. Yo «creo», pero mi creer no es el resultado de una reflexión solitaria, sino el fruto de una relación con Jesús, en la que la fe me viene dada por Dios a través de la comunidad creyente que es la Iglesia. La fe nace en la Iglesia, conduce a ella y en ella se vive. Tenemos necesidad de la Iglesia para confirmar nuestra fe y hacer experiencia de los dones de Dios: la Palabra, los sacramentos, la gracia y el testimonio del amor. Ella nos da la garantía de que lo que creemos es el mensaje originario de Cristo, predicado por los Apóstoles.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Asociación "Mensajeros de la Paz", que están celebrando las bodas de oro de su fundación, invitándolos a que, arraigados cada vez más en Cristo, continúen siendo heraldos de la misericordia de Dios entre las personas más desprotegidas.

Saludo también a los demás grupos provenientes de España, Argentina, México y otros países latinoamericanos. En un mundo aparentemente dominado por el individualismo, la fe nos llama a ser Iglesia, portadores del amor de Dios para todo el género humano. Muchas gracias.

(Rd/Agencias)

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