Bach, coral BWV 731

Bach, coral BWV 731

¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo el catálogo BWV de Bach y ya hemos disfrutado de más de la mitad de todas sus obras. Son unas composiciones que siempre nos traen buenas sensaciones y que nunca nos dejan indiferentes. En eso Bach es un compositor único, lleno de sabiduría y que sabe traspasárnosla a nosotros para llegar a tocar nuestra profundidad, nuestros corazones. La obra de hoy tendrá ese sencillo pero intenso efecto cuando la escuchemos.

J. S. Bach

De nuevo, un día más con Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Del maestro dijo ese otro maestro que fue Schubert: «Bach lo ha hecho todo completamente. Fue un hombre de la cabeza a los pies». Sin embargo, cuando murió en Leipzig era un compositor que había pasado de moda y cayó en el más implacable olvido hasta que su música fue revivida por parte de Mendelssohn. Desde entonces, vino a nosotros para quedarse definitivamente de forma que cada vez nos impresiona más. Podemos afirmar sin equivocarnos que Bach no compuso música mala y de poca entidad. Al contrario: hasta en sus obras menores (y aquí hemos escuchado algunas de ellas) apreciamos la fuerza de sus composiciones, que nos arrastra y nos atrapa hasta que no nos abandona. Esa sabiduría no le vino sola ya que estudió de forma intensa mucha música de compositores contemporáneos y anteriores, lo que le permitió no solo conocerla sino mejorarla. Y no solo mejorarla sino dejarla en una cota tan sumamente alta que nadie fue capaz de igualarla. Quizá imitarla sí pero no igualarla.

Hoy te traigo su coral «Liebster Jesu, wir sind hier», BWV 731. Es una obra basada en un coral para Pentecostés en el que Dios nos trae la salvación por medio del Espíritu Santo, que deja definitivamente entre nosotros. La versión de Bach es para dos teclados y pedal, con una melodía muy embellecida. Cuando la escuchas, ¿no te recuerda al movimiento lento de un concierto al estilo italiano, que tanto le gustaban al maestro? La melodía queda arriba y abajo aparece un acompañamiento a tres partes, con el alto y el tenor siempre entrelazándose para crear un tejido bello y lleno de fuerza.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Jacques van Oortmerssen al órgano.

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