Bach, sonata para violín BWV 1021

¡Feliz domingo! Seguimos acompañados por Bach en cada domingo del año y es posible que este año terminemos de recorrer el catálogo BWV de todas sus obras, camino que empezamos en 2012. ¡Diez años para escuchar píldora a píldora la obra del gran maestro!

Antes, otro pequeño fragmento de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig, que es donde lo tenemos ya viviendo. Lo dejamos el domingo pasado enfrascado con sus ciclos anuales de cantatas y con sus intenciones de cambiar el género definitivamente. Sus coros iniciales son más grandiosos, con orquesta y coro perfectamente integrados e, igualmente, Bach relaciona con maestría la música con la métrica y la rima del texto. Es de destacar cómo consiguió no solo mejorar sus propios estándares con respecto al género de la cantata sino que revolucionó definitivamente dicho género. Sin embargo, no fue hasta el segundo ciclo cuando consiguió también una unificación en cuanto al libreto.
Vamos a escuchar la Sonata para violín y continuo en sol mayor, BWV 1021. Al contrario que las seis anteriores que hemos escuchado, esta no ofrece una parte para clave totalmente desarrollada sino la línea del continuo. Fue compuesta en sus últimos finales de Weimar o en los primeros de Cöthen, es decir, más o menos entre 1715 y 1720. Está escrita en forma de sonata da chiesa con cuatro movimientos. El primero es un Adagio en forma binaria con el violín volando sobre la línea del bajo. La sigue un Vivace que casi parece un colofón a ese primer movimiento. Continúa con un Largo, de nuevo con el violín cantando de forma libre sobre un bajo que lo va dominando todo en el registro grave. La obra termina con un Presto, que da una especial brillantez general a la composición.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de Luis Otavio Santos (violín) y Fernando Cordella (clave).