Capricho árabe



Reconozco que la semana me ha quedado muy romántica ya que la obra de hoy también pertenece a este género. Si has seguido atentamente los posts de esta semana echarás en falta la música española, ¿cierto? Pues voy a solucionar esto con una obra de un compositor que es posible que conozcas de nombre pero cuyas obras a lo mejor no las has disfrutado mucho. Prepárate para hacerlo para terminar la semana.

Creo que nos visita por primera vez Francisco Tárrega (1852-1909), compositor español nacido en Villarreal (Castellón). Su padre era guitarrista pero insistía en que su hijo tocase el piano. Con esto, el joven Tárrega fue un virtuoso de ambos instrumentos en su adolescencia. Fue discípulo de Julián Arcas quien aconsejó al padre que enviase a su hijo a Barcelona. Adquirió una guitarra del luthier sevillano Antonio Torres y su sonido le convenció de que debía dedicarse profesionalmente al instrumento. Como compositor no quedaba atrás y era admirado por Albéniz, Granados, Turina o Casals. Durante su vida siguió dando conciertos por toda Europa. Sufrió una parálisis en la mitad de su cuerpo de la que nunca pudo recuperarse. La figura de Tárrega debe contarse entre los grandes maestros de la guitarra española.

Una de sus grandes obras es el Capricho árabe. Fue compuesta en 1892 y está dedicada a Tomás Bretón. Vemos claramente tres elementos con la pieza: virtuosismo, romanticismo y nacionalismo. Tárrega sabe imprimirle un fuerte estilo modal, que nos evoca ese ambiente árabe de su título. El "alhambrismo" de la pieza es muy intenso, como no podía ser menos. Esto que escucharás es música española, música nuestra que tenemos que conocer, apreciar y valorar porque tiene mucho mucho valor.

La partitura de esta pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de David Russell a la guitarra.

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