Misa de las vírgenes prudentes

Misa Prudentes Virgines, Lobo

¡Feliz jueves! Supongo que cuando leas esas dos palabras juntas, vírgenes y prudentes, te vendrá a la mente la parábola evangélica. A mí, que soy un obseso, me viene a la mente el famoso coral Wachet auf, ruft uns die Stimme de Bach, que no vamos a escuchar aquí. Pero sí nos vamos a maravillar con una impresionante obra de uno de nuestros compositores, que poco a poco se va recuperando para nuestra gran alegría.

Alonso Lobo

Nos visita Alonso Lobo (1555-1617), compositor español nacido en la localidad sevillana de Osuna. Fue un maestro muy apreciado no solo en España sino también en Portugal y México. Basta que te diga que Victoria consideraba a Lobo «su igual». Con once años entró en el coro de la catedral de Sevilla y con el tiempo llegaría a ser canónigo. Resulta que Francisco Guerrero era el maestro de capilla pero tenía sesenta años y necesitaba ayuda, algo que empezó a hacer a partir de 1591. Sin embargo, Lobo quiso volar e intentó ser maestro en Toledo; lo consiguió en 1593 y en 1604 regresó a Sevilla, ya para ocuparse de la música de la catedral (siendo el segundo maestro de capilla mejor pagado de la historia del templo) puesto que Guerrero había muerto. Parece que Lobo se quedó ahí hasta su muerte. Allí compuso muchas obras que se han conservado, para nuestra alegría.

Disfrutemos de su Misa Prudentes Virgines a cinco voces. El modelo que usa Lobo es el motete homónimo de su maestro Guerrero. Concretamente, este es para el oficio común de las vírgenes. La misa fue publicada en 1602, mientras Lobo trabajaba en Toledo (donde, por cierto, sucedió a Cristóbal de Morales). Aquí, el trabajo de Lobo es mucho más horizontal que vertical. El grado de destreza con el contrapunto es casi perfecto y Lobo nos muestra cuán hábil era con otras técnicas, como la politextualidad (en el Agnus Dei) o algunos cánones sobre algunas expresiones latinas, que crearon verdaderos enigmas para generaciones posteriores. Por ejemplo, Antonio Soler citó dos cánones enigmáticos de Lobo en su tratado de 1762.

La interpretación es de La Grande Chapelle dirigida por Albert Recasens.

1. Kyrie

2. Gloria

3. Credo

4. Sanctus

5. Benedictus

6. Agnus Dei

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