Música para un santo
¡Feliz jueves! Hay grandes santos que han recibido una gran cantidad de composiciones, como es de corresponder. También los hay bastante menos conocidos, pero que en su tiempo sí lo fueron y merecieron la atención de unos y otros. Es el ejemplo de hoy.
Una vez más nos visita santa Hildegarda de Bingen (1098-1179), abadesa y polímata alemana nacida en Bermesheim vor der Höhe. Según el Diccionario de la Real Academia, polímata significa 'persona con grandes conocimientos en diversas materias científicas o humanísticas'. Quizá el término incluso le venga corto a esta gran mujer, que fue también visionaria y mística. Con quince años visitó el hábito benedictino y empezó su vida religiosa. Desde niña tenía visiones y, ya adulta, un comité de teólogos confirmaron la autenticidad de las mismas, hasta el punto de que se nombró a un monje para que las pusiera por escrito. En 1147 fundó un nuevo convento en Rupertsberg, donde continuó con su labor religiosa. Coleccionó setenta y siete poemas líricas a los que puso música.
La obra de la santa que vamos a escuchar es O Euchari in leta via. Es una pieza especialmente compuesta para la fiesta de san Eucario, que actualmente se celebra el 8 de diciembre. En realidad es una secuencia, que era interpretada entre el aleluya y el evangelio. Los versículos están pareados y comparten una melodía común, que puede elegirse de forma libre. En la composición se refleja más su personalidad que la del propio santo. La pieza probablemente fue escrita para los clérigos del monasterio de Tréveris, a unos cien kilómetros de Bingen. La melodía usada se deriva del canto gregoriano y se inicia con un intervalo de cuarta ascendente, algo característicos en sus obras.
La interpretación es de Oxford Camerata.