Passacaglia y Fuga

Este título seguro que te lleva ya a saber a qué autor vamos a dedicar hoy unos minutos... O, mejor: quién nos va a regalar hoy unos minutos para deleitarnos nuestros sentidos. Su bella música, en este caso para órgano, nos maravilla siempre. De hecho, nos maravilló ayer con una de sus fabulosas cantatas. Efectivamente, es Johann Sebastian Bach.

No es de extrañar que un fabuloso organista compusiese fabulosas obras para este instrumento. Hoy te traigo una de las más conocidas: la Passacaglia y Fuga en do menor, BWV 582. Una passacaglia es una serie de variaciones construidas sobre un bajo fijo que se va repitiendo. En el caso de esta obra, se trata de un bajo de ocho compases enunciado por el pedal, que parece ser que procede de un libro de obras para órgano del francés André Raison. Sobre ese bajo Bach compone veinte variaciones a las que le sucede una fuga. Esta aparece sin interrupción y se trata de una fuga doble, es decir, con dos sujetos que suenan simultáneamente, a los que le siguen los dos contrasujetos de forma inmediata. Son artificios contrapuntísticos pero que dan lugar a una obra maravillosa. Robert Schumann dijo de ella que "las variaciones están entremezcladas de forma tan ingeniosa que nunca dejan de maravillarnos".
La partitura de la obra puedes descargarla aquí.
La interpretación que te ofrezco es la de Hans-Andre Stamm en el órgano Trost de la Stadtkirche de Waltershausen.