Reina del cielo, alégrate

¡Feliz sábado! Ya que estamos en el tiempo pascual, tendremos que escuchar la antífona mariana que es propia de este tiempo litúrgico. Es cierto que las otras tres se van alternando a lo largo del curso, pero esta sí se ha mantenido (por razones obvias) como la adecuada en Pascua.

Para el día de hoy tenemos música de Nicolas Lebègue (1631-1702), compositor francés nacido en Laón. Su única posición conocida fue la de organista permanente de la iglesia de Saint-Merri de París (desde 1664), así como organista del rey (1678), puesto compartido con Nivers, Thomelin y Buterne. Disfrutó de una gran fama como organista, organero y profesor. Tuvo como alumno a Nicholas de Grigny, quien fue uno de los grandes del órgano francés, y también a Dagincour, Geoffrey, Jullien y Garnier. Sus obras fueron publicadas en cinco libros, dos para clave y tres para órgano, siendo estas bastante audaces y alejándose poco a poco de la severidad del contrapunto. Además, usa algunas indicaciones más novedosas como dialogue entre le dessus et la basse. Sus obras para el instrumento son las primeras de Francia que muestran una independencia entre los manuales y el pedal.
Escuchemos, como dice el título, su motete Regina coeli, par soprano y órgano. Pertenece a la colección Deux petits motets pour soprano et orgue (Motets pour les principales fêtes de l’année, à une voix seule avec la basse continue & plusieurs petites ritournelles pour l’orgue ou les violes), publicada en París en 1687. Lo que escuchamos es un bello diálogo entre la voz y el órgano, de forma que este repite adornado los finales de las frases de la voz para acentuar el mensaje. A pesar de la brevedad, la obra está llena a la vez de unción y de retórica francesa, como es preceptivo.
La interpretación es de Wanda Procyshyn (soprano) y Réjean Poirier (órgano).