El título de este post, como en otros muchos casos, es totalmente indicativo de la obra que te voy a poner. De hecho es su título y seguro que sabes perfectamente a qué compositor me estoy refiriendo. Hoy te traigo música para pasar un buen rato, para disfrutar escuchándola y, por qué no, para que casi te eches un baile con ella.

Seguro que ya adivinaste que hoy nos acompañará Darius Milhaud (1892-1974), maestro francés nacido en Aix-en-Provence. Pertenecía a una familia judía y se formó musicalmente en el Conservatorio de París. Inicialmente le gustaba tocar el violín pero posteriormente se decantó por la composición. Fue amigo de Paul Claudel y trabajó para él en Brasil cuando este fue nombrado ministro en Río de Janeiro. A su regreso a París en 1918 entabló amistado con Jean Cocteau y pasó a formar parte del llamado "Grupo de Los Seis". Milhaud fue un compositor extraordinariamente prolífico en todos los géneros musicales. Además era un reputado profesor, tanto en París como en Estados Unidos.

De Milhaud te traigo hoy su Scaramouche op. 165b. Toma su nombre del Teatro Scaramouche de París, que estaba especializado en obras para niños. La obra digamos que es el producto de un reciclaje de otras obras, con lo que el maestro redactó una obra para saxofón y orquesta en tres movimientos. Curiosamente, desde el principio fue una obra que gozó de un gran éxito y probablemente sea la obra más conocida de Milhaud. Los tres movimientos son Vif - Moderé - Brazileira, siendo este último una pieza en ritmo de samba que casi invita a bailar de la forma más directa y optimista.

La interpretación es de Clément Himbert (saxo) y la Orquesta del Conservatorio Regional de Música de París.