Sión, adorna tu tálamo

Adorna thalamum, Byrd

¡Feliz lunes y feliz semana! Vamos avanzando poco a poco por el mes de febrero y, puesto que ayer fue día 2, es decir, el conocido popularmente como el de la candelaria, te traigo hoy polifonía relacionada con este día importante. Litúrgicamente se celebra la presentación de Jesús en el templo por lo que de ahí que tradicionalmente se haga lo mismo con muchos recién nacidos. Pero vamos con la música, que viene de un maestro que te sonará porque viene de vez en cuando.

William Byrd

Se trata de William Byrd (1543-1623), compositor británico nacido en Londres. Se supone que era miembro del coro de la Capilla Real (sus hermanos lo eran de la catedral de San Pablo) y estudió con Thomas Tallis y ahí empezó una relación que perduraría por mucho tiempo. Con solo veinte años fue nombrado organista de la catedral de Lincoln y se dedicó a componer obras para los servicios anglicanos. A partir de 1570 compartía el puesto de organista de la Capilla Real con Tallis. A ambos le concedió la reina Isabel I el monopolio de la impresión musical, aunque en realidad no publicaron demasiado. Era católico y sufrió la persecución pero ello no le impidió componer música de la más alta calidad para esta religión. No solo se dedicó a escribir música religiosa sino también para virginal y también para consort, laúd y muchos madrigales en inglés. Sus últimas canciones fueron publicadas en 1614, mientras vivía en Stondon Massey hasta que falleció unos años más tarde.

Disfrutemos de su motete Adorna thalamum tuum, Sion. Con solo tres voces el maestro nos regala una breve pero intensa obra. Fue publicada en 1605 dentro de su colección titulada Gradualia. El problema que afronta aquí es cómo componer una pieza a gran escala con solo tres voces. El texto está tomado de la antífona para el día de la candelaria, que redactó san Juan Damasceno en el siglo VII. En realidad, Byrd lo que hace es adaptar la música al texto y nos regala una composición extensa y reposada, Sin embargo, y aquí está el toque maestro, la obra está perfectamente equilibrada y  alcanza unas proporciones que casi podemos decir que son perfectas.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del conjunto The Newman Consort.

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