Te adoramos, Cristo, y te bendecimos

¡Feliz lunes! Ayer era el día de la exaltación de la cruz, un día importante para la Iglesia que nos recuerda cómo Cristo fue elevado en la cruz para beneficio de todos nosotros. Vamos a escuchar música relacionada con este misterio, que vendrá de la mano de uno de los grandes.

No es otro que el gran Claudio Monteverdi (1567-1643), compositor italiano nacido en Cremona. Su carrera se desarrolla entre el final del Renacimiento y comienzos del Barroco y su papel fue fundamental en el desarrollo de un nuevo género musical, el de la ópera. Monteverdi trajo nuevos aires a casi todos los aspectos musicales. Por ejemplo, a la música religiosa la dotó de un nuevo sabor introduciendo influencias en ella de la música secular. Supo combinar de forma magistral los cromatismos de la seconda prattica con el estilo monódico imperante de maestros como Jacopo Peri o Giulio Caccini. Destaca su trabajo, a partir de 1613, para la Catedral de San Marcos de Venecia. Sus estilos fueron de lo más variados, no solo porque abarcó mucho, sino porque supo dotarlos de esa maestría propia suya. Por ejemplo en la música religiosa, que va desde austeras misas hasta exuberantes piezas como las famosas Vespro della Beata Vergine. Entre sus óperas, sobresale de forma especial su inmortal La favola d'Orfeo, obra cumbre de la historia de la música.
Vamos a escuchar su pequeño motete titulado Adoramus te Christe, SV 289. Al igual que en alguno que otro suyo, como Domine, ne in furore tuo, esta exquisita obra fue una contribución del cremonés a una publicación de su discípulo Giulio Bianchi de 1620 titulada Libro primo de motetti in lode d'iddio nostro signore. Parece que es una variante de una otra anterior de Monteverdi, a cinco voces, titulada Christe, adoramus te (también está en la misma colección). El maestro quiso poner música a rezos pertenecientes a la liturgia de las horas, como estos, que corresponden a las horas de la santa cruz.
La interpretación es de VOCES8.